Con la vuelta de los días soleados, también llegan al aire estos pequeños elementos, a menudo invisibles, que molestan un poco a algunos y hacen llorar, tener mucosidad y tos en otros. Estos pequeños elementos son el polen.
Polen de flores, de setas o incluso de hierbas... Eso sí, hay otros elementos que pueden ser responsables de las alergias, como los alimentos, los productos cosméticos o incluso el pelo de los animales, ¡hagamos un balance de las alergias relacionadas con el polen y el asma!
Asma alérgica, ¿qué es?
El asma alérgica es un tipo de asma provocada o agravada por el contacto con un producto alergénico: hablaríamos entonces de alérgeno.
La exposición a estos alérgenos (como el polen), a los que los pacientes están sensibilizados, puede empeorar los síntomas del asma alérgica y aumentar los ataques de alergia. Debes saber que hasta el 90% de los niños y el 60% de los adultos con asma también padecen alergias.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica y compleja que estrecha las vías respiratorias. De hecho, un ataque de asma puede desencadenarse por la exposición a un alérgeno. Durante un ataque de asma, los músculos que rodean los bronquios se comprimen y estrechan y dificultan el paso del aire. Entonces resulta difícil respirar. Afortunadamente, todas las personas que reciben tratamiento se recuperan de estos ataques de asma.
¿Cómo diferenciar los síntomas del asma y la rinitis alérgica?
El asma generalmente se manifiesta en forma de uno o más de los siguientes síntomas:
Sibilancias.
Tos.
Dificultad para respirar.
Opresión en el pecho.
En los siguientes casos, es importante buscar atención de emergencia si se presentan alguno de estos síntomas:
Dificultad para respirar (malestar respiratorio).
Dolor de pecho muy intenso.
Dificultad para caminar o hablar.
Aparición de tinte azul en la piel.
Para diferenciar entre alergia y asma, hay que tener en cuenta que en el caso de la alergia al polen, la fiebre del heno o incluso la rinitis alérgica, los síntomas son inflamatorios, pero menos graves que durante un ataque de asma. Esto provoca, en particular, conjuntivitis en los ojos, que puede aparecer enrojecida, lagrimosa y/o con picazón. La nariz puede moquear o estar bloqueada y la garganta irritada.
El alérgeno provoca la liberación de una sustancia inflamatoria, llamada histamina, desencadenando estos síntomas, que también pueden afectar la calidad del sueño. La fatiga generalmente se asocia con la rinitis alérgica, porque agota el cuerpo que tiene que luchar.
Una persona con fiebre del heno sufrirá los mismos síntomas todos los años, más o menos al mismo tiempo. Estas alergias al polen suelen ser benignas y provocan rinitis alérgica que se manifiesta como estornudos con la nariz tapada y/o con secreción nasal y ojos llorosos.
Para saber a qué tipo de polen se es alérgico, es necesario consultar a un alergólogo que luego podrá realizar pruebas y prescribir un antialérgico adecuado.
En caso de síntomas de asma, es entonces urgente consultar a un médico para realizar el diagnóstico y poder beneficiarse de un tratamiento básico que prevenga la aparición de ataques, y de un tratamiento de ataque en el caso de que un alérgeno desencadene un ataque de asma. El médico tratante establece la primera valoración para evaluar los síntomas, pero también los factores desencadenantes y predisponentes.
10 consejos para reducir el riesgo de alergias al polen
Para evitar ataques de asma y alergias estacionales, es importante mantener buenos hábitos. Aquí dejamos 10 consejos sencillos de aplicar:
En casa:
Ventila cada habitación de la casa todos los días, incluso en invierno.
Elige una temperatura de 19°C en el hogar, y especialmente en los dormitorios.
Evita el moho en los baños y utiliza repelentes de cucarachas en la cocina, si es necesario.
Cepille a las mascotas con regularidad, al aire libre.
¡Cuidado con los ácaros del polvo que son muy alergénicos! Se encuentra en el polvo, sábanas, alfombras, moquetas o incluso simplemente en el sofá, no olvides aspirar con frecuencia y limpiar el aspirador entre cada uso.
En la calle:
Antes de salir, infórmate sobre la calidad del aire y el polen presente.
Utilice gafas de sol para limitar el contacto de los alérgenos con los ojos y sombrero o gorra para evitar depósitos en el cabello.
No seque la ropa al aire libre.
Averigua a qué las plantas tienes alergia.
Lávate el cabello y cepilla tu ropa después de regresar de una caminata.
¿Qué hacer en caso de un ataque de asma alérgico?
En el caso del asma de origen alérgico con alergia al polen, la forma de tratarlo a largo plazo es la desensibilización. Esta inmunoterapia específica tiene como objetivo poner el alérgeno en contacto con el organismo de forma regular y en dosis bajas durante varios años. Así, el cuerpo dejará de reconocer el alérgeno como enemigo.
Los tratamientos sintomáticos que consisten en tomar medicamentos pueden aliviar los síntomas. Dependiendo de la persona, los signos pueden estar presentes durante unos días, o incluso varias semanas o meses seguidos. Dependiendo del caso, estos tratamientos deben tomarse ya sea de forma ocasional o diaria, en ocasiones incluso antes del inicio de la temporada de polen. No dudes en consultar a su médico quien podrá elegir el tratamiento según sus necesidades.
Las diferentes familias de medicamentos utilizados son:
Tratamientos locales
Gotas para los ojos: gotas en los ojos.
Gotas nasales: Los lavados nasales con solución salina suelen ser útiles y eficaces. Los corticosteroides locales (medicamentos a base de cortisona) serán posibles para superar la inflamación nasal.
Tratamientos inhalados para el asma.
Los tratamientos de crisis tipo Ventolín deben tomarse de forma individual, cuando aparezcan los síntomas y según prescripción médica.
Los tratamientos básicos a base de corticoides se prescriben generalmente por la mañana y por la noche, cuando los signos de asma se vuelven más frecuentes.
Si tienes asma, es importante tomar o retomar (si solo lo necesitas durante la temporada de polen) tu tratamiento básico según lo prescrito. Si los ataques persisten a pesar del tratamiento o si padeces asma por primera vez, se recomienda consultar rápidamente a un médico para implementar o adaptar el tratamiento inhalado.
Tratamientos orales
Medicamentos llamados antihistamínicos: utilizados por vía oral, bloquean la actividad de la histamina, la sustancia química liberada por las células durante la reacción alérgica que desencadena la reacción inflamatoria responsable de los síntomas.
Corticoides orales: el médico podrá prescribirlos por un corto periodo de tiempo, si los tratamientos previos no superan los síntomas.
En conclusión, el asma alérgica y la rinitis alérgica son enfermedades crónicas que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. El manejo adecuado de los síntomas y la reducción de la exposición a los alérgenos son esenciales para controlar estas afecciones y prevenir las exacerbaciones.
Los tratamientos para la alergia al polen están disponibles sin receta en las farmacias y pueden ayudarle a superar la rinitis estacional. En caso de sibilancias o signos de asma, es fundamental consultar a su médico para obtener un diagnóstico certero y un tratamiento personalizado.
**Artículo traducido por Seila Cuartero, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.