Los niños a partir de los 18 meses necesitan un mayor aporte de nutrientes y vitaminas, las frutas y verduras contienen grandes cantidades de fibras, vitaminas y minerales necesarios para ayudarles a seguir creciendo. Por lo que es recomendable darles las raciones diarias necesarias de frutas y verduras, ya sea de forma sólida, piezas de fruta como la manzana, la pera o el plátano, o si el niño lo prefiere en forma de zumos o potitos.