Este tipo de leches están adaptadas a las necesidades específicas de los bebés, ya que a esta edad los niños necesitan más energía, aprenden a caminar y a hablar, por lo que es muy importante aportarles los nutrientes necesarios. Las leches de crecimiento son ricas en hierro, ácidos grasos esenciales como el omega 3 y vitaminas. Es aconsejable contar con la opinión de nuestro pediatra antes de ofrecer a nuestro hijo cualquier leche de fórmula.