Para que el bálsamo para primeros dientes ayude a reducir las molestias, debemos aplicarlo correctamente con la yema del dedo, siempre con las manos limpias, dando un leve masaje en la encía, entre cuatro y seis veces al día, preferentemente después de las comidas, que pueden le producir molestias, y antes de dormir, para evitar que el dolor pueda quitarle el sueño.
Antes de aplicar un gel para primeros dientes, es importante consultar al pediatra si el pequeño es intolerante a las proteínas de la leche de vaca, ya que algunos de estos bálsamos pueden contener derivados de la leche de vaca.