Los descongestivos infantiles ayudan a combatir el exceso de mucosidad, despejando las vías respiratorias de los más pequeños y facilitando su respiración, además de aliviar la inflación de las mucosas causada por trastornos respiratorios. Con los descongestionantes nasales los niños conseguirán respirar mejor, aunque es recomendable acudir al especialista si el niño presenta graves problemas respiratorios.