¿Has oído hablar de ellos? Sirven para fortalecer el suelo pélvico, sobre todo después del parto. En este post vamos a ver qué son, por qué se deben practicar durante el embarazo y además, cómo hacerlos correctamente. ¿Estás preparada para realizar estos ejercicios en casa? Notarás en seguida todos los beneficios que tienen.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Son aquellos ejercicios que ayudan a controlar los músculos del suelo pélvico, haciendo que esta zona se vuelva más fuerte y no se vea afectada por cambios durante el embarazo, por el parto, o en el peso de la madre. Los músculos del suelo pélvico aguantan un elevado peso a medida que el bebé va creciendo. En el parto, si no hemos ejercitado esta zona, la situación puede afectar a los músculos, de manera que se produzcan incontinencias urinarias, ya que los músculos están demasiado cansados y no pueden soportar tanta presión. Por este motivo, los ejercicios de Kegel en el embarazo son una parte muy importante de la preparación física antes del parto. ¿Qué conseguiremos con ellos? Los músculos vaginales estarán mucho más fuertes para afrontar cualquier tipo de parto.
¿Cuáles son sus ventajas?
¡Los beneficios son muchos! Ayudan a controlar los problemas de incontinencia urinaria que suelen tener las mujeres después del embarazo y el parto. ¡Cuanto antes se empiece a practicarlos, mucho mejor! Incluso también se pueden practicar antes de quedarse embarazada, así el cuerpo estará mucho más preparado.
- ¿Cuándo podemos practicarlos? ¡En cualquier sitio y en cualquier situación! Podemos realizarlos en nuestra casa o en cualquier lugar sin que nadie se entere, por ejemplo, viendo la tele, antes de dormir, en la oficina….
- ¿Por qué debemos practicarlos? Estos ejercicios preparan el cuerpo para el momento del parto, impidiendo que los músculos del suelo pélvico se vuelvan débiles e impiden problemas de incontinencia, tanto después del parto como en el futuro. Además, facilitan una exitosa y rápida recuperación evitando la aparición de hemorroides y aumentando el placer sexual.
¿Te apuntas a probarlos?
Ejercicios de Kegel para embarazadas (o no): paso a paso
Si te hemos convencido y quieres empezar a realizar este tipo de ejercicios, ¡sigue leyendo! ¿Cómo se practican?
- Antes de empezar a practicar estos ejercicios, debemos localizar bien los músculos pélvicos. Una forma de reconocerlos es deteniendo el flujo de la orina en el momento de la micción. Para ello, puedes dejar salir la orina espontáneamente e ir frenándola poco a poco.
- Una vez localizados estos músculos, elige un lugar tranquilo para poder realizar los siguientes ejercicios.
- Es preferible que antes de empezarlos vayas al baño y vacíes tu vejiga.
- Lo ideal es que comiences a practicarlos acostada boca arriba con los pies apoyados en el suelo y con las rodillas flexionadas. Así te costará menos centrarte en los músculos pélvicos.
- En este momento debes apretar los mismos músculos como si estuvieras deteniendo la orina. Contrae estos músculos hacia dentro y retenlos durante 4 ó 5 segundos.
- A continuación, hay que relajarlos durante 8 ó 10 segundos.
- Repite el proceso sucesivamente, al menos unas 10 veces seguidas.
- Se aconseja realizar series de 4 a 8 cada día, con descansos de 2-3 minutos entre medias.
Lo recomendable es que continúes con estos ejercicios Kegel después del embarazo. Una vez que tengas a tu bebé, puedes seguir practicándolos para conseguir una recuperación más rápida de tus músculos pélvicos y de tu figura.
Ahora que ya sabes cómo se practican correctamente, ¡sólo te queda ponerlos en práctica! Son la mejor solución para optimizar el tono muscular del suelo pélvico y evitar cualquier incomodidad.
Y recuerda que, ante cualquier duda, consulta siempre a un médico o a un profesional.