¡Enhorabuena! Estás embarazada. Comienza aquí un período muy especial, donde tu cuerpo se prepara para albergar y cuidar a otro ser que poco a poco se irá desarrollando en tu panza. Estar embarazada es una hermosa sensación, una mezcla de eterna ligazón afectiva como de máxima responsabilidad a la hora de garantizar los nutrientes que necesita tu bebé a través de tu alimentación.
Además de llevar una dieta equilibrada, donde tanto las proteínas, hortalizas, legumbres, cereales y grasas esenciales estén aseguradas, debes prestar especial atención al suplemento de ácido fólico. Diversos estudios han demostrado que tomar ácido fólico, antes y durante el embarazo, ayuda a prevenir posibles defectos en el tubo neural del feto, es decir problemas que se concentran en la médula espinal (espina bífida) y el cerebro (anencefalia). También diversos estudios han demostrado que el ácido fólico (vitamina B9 o folato) reduce el riesgo de que el bebé padezca otros tipos de defectos como pueden ser labio leporino, anomalías cardíacas, fisura palatina.
¿Por qué necesita tu cuerpo ácido fólico?
- Porque tu cuerpo necesita glóbulos rojos sanos y normales para poder saciar las necesidades tanto tuyas como madre, como las del bebé. Cualquier riesgo de anemia u otro problema podría afectar la salud de ambos. El folato, también es primordial para el desarrollo y crecimiento de la placenta.
- Si bien el ácido fólico se encuentra en alimentos como lentejas, guisantes, brócoli, nabos, espárragos y cítricos, es importante que ingieras ácido fólico como suplemento de venta libre en farmacias.
Si estás planeando quedarte embarazada o lo estás, es importante que tomes un suplemento de ácido fólico. Consulta con tu médico la cantidad que necesitas, ya que dependiendo de otros factores como la ingesta de otros tratamientos, obesidad, diabetes, etc., la cantidad de folato puede variar.