El buen tiempo asoma por la ventana, pero tal vez podamos notar que estamos algo más cansados física o mentalmente, una consecuencia de la conocida astenia primaveral. El organismo necesita un periodo de adaptación al incremento de horas de luz y de actividad, para procesar la energía que exhibe la naturaleza en todas sus formas. Veamos algunas ayudas micronutricionales y a base de extractos de plantas que pueden ser útiles en distintas situaciones.
Favorecer la adaptación a nuestro entorno
Las demandas intelectuales que nos encontramos en esta época del año (preparación de exámenes, planificación de nuevas tareas de cara al buen tiempo) no dan tregua a nuestro sistema nervioso, siempre a prueba por un entorno exigente. Es importante tener en cuenta algunas estrategias para favorecer la adaptación, de tipo nutricional, y también de estilo de vida. Practicar deporte nos ayudará a liberar el exceso de tensión. Y tomarnos las horas de descanso suficientes, a recuperar la energía diariamente.
Una dieta equilibrada puede cubrir las necesidades de nutrientes para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Pero en épocas de mayor demanda nutricional, podemos incorporar micronutrientes básicos en forma de complementos alimenticios. Los micronutrientes son la base para sintetizar neurotransmisores, las moléculas biológicas que transmiten la información de una neurona a otra. Un balance adecuado de neurotransmisores contribuye a la función cognitiva, el estado de ánimo, y los patrones de “activación” o “descanso”; son, en definitiva, esenciales para el bienestar físico y mental.
Los nutrientes para el sistema nervioso y el cerebro
Algunos de los nutrientes son muy comunes y están presentes, en menor o mayor cantidad, en nuestra dieta. Por ejemplo, el magnesio. Si no alcanzamos los niveles suficientes y existe déficit, el correcto funcionamiento del sistema nervioso puede verse afectado. En cambio, otro tipo de complementos no forman parte de la dieta habitual, son las denominadas plantas adaptógenas. Extractos vegetales con propiedades beneficiosas para dar soporte al funcionamiento intelectual y a la adaptación a un estilo de vida activo mental o físicamente.
- Magnesio. Es un mineral imprescindible para la síntesis de hormonas, neurotransmisores y para mantener un tono muscular adecuado (interviene en la relajación muscular y la transmisión del impulso nervioso). Los frutos secos son una excelente fuente de magnesio y, en el contexto de la dieta mediterránea, deben consumirse a diario (un puñado pequeño). Si necesitamos una suplementación de este mineral, podemos recurrir a una dosis de 200mg/día, por ejemplo de origen marino y acompañado de cofactores que favorezcan su absorción (Formag 90comp).
- Vitaminas grupo B y vitamina C. Son vitaminas que se reducen con rapidez por el trabajo intelectual intenso. Mantenerlas a un buen nivel tiene un cierto efecto relajante sobre el sistema nervioso y contribuye a evitar los síntomas de fatiga mental. Nuevamente, son cofactores elementales para la síntesis de neurotransmiores, lo que repercute en el estado de ánimo. Es mejor tomarlas asociadas, no por separado, ya que juntas participan en un sinfín de procesos metabólicos y hay que mantener un equilibrio entre ellos. Las legumbres, la yema de huevo, los lácteos y las verduras de hoja verde son fuentes naturales de un tipo u otro de vitaminas del grupo B. Para suplementarlas en su conjunto, se puede recurrir una tanda de Solaray B Complex 50 50cáps (1 cápsula al día con la comida principal).
- La Whitania somnifera o Ashwagandha es una planta que conocemos gracias a la medicina Ayurvédica. Algo menos popular que el Ginseng, también posee buenas propiedades adaptógenas. Se puede utilizar como soporte a los estados de astenia o cansancio mental, y nerviosismo debido a la acumulación de tareas. Está desaconsejada durante el embarazo y la lactancia. Debe evitarse la toma concomitante con otros medicamentos para el sistema nervioso, como los ansiolíticos. Solaray Adrenal Success 60cáps la combina con otros extractos que dan soporte al sistema nervioso e inmunológico.
Los aceites omega 3, como el DHA, también son muy interesantes para la estructura y la función del sistema nervioso (lo encontramos en el pescado azul y las algas), así como algunos aminoácidos (taurina y tirosina). Si los tomamos en forma de complemento, deberemos respetar las dosis recomendadas y seguir el consejo de un profesional de la salud.
¡Feliz semana!
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