Hay personas más sensibles al sol que otras, los tipos de pieles determinan nuestra tendencia a quedar rojos después de estar al sol. Al llegar la primavera aumentan las horas de sol y su intensidad, así que al estar más expuestos aumentan los problemas relacionados con él. Uno de estos problemas es la intolerancia solar, también llamada alergia al sol.
Hay muchos tipos de piel distintas, algunas personas por razones genéticas tienen una piel más sensible al sol, y en ellas se puede dar la fotodermatitis que son erupciones solares. En estas personas las zonas expuestas a la radiación solar se ve afectada y aparecen rojeces, picor e incluso pequeños granos. También hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden producir fotosensibilidad, y hacernos más propensos a sufrir quemaduras, para todas estas situaciones es muy importante la prevención, pues así ayudaremos a evitar estas consecuencias tan molestas.
Algunos consejos para evitar estas reacciones de hipersensibilidad al sol son:
- Evitar las horas de máxima radiación solar (de 12:00 a 16:00h, sobretodo en verano).
- Intentar evitar exponerse durante un período de tiempo muy prolongado.
- Utilizar cremas de protección solar elevada y aplicársela cada dos horas.
En estos casos, no es necesario que se esté mucho rato expuesto al sol, como el cuerpo está predispuesto a reaccionar de forma exagerada al sol con poco rato ya puede empezar a aparecer esta alergia solar. Por esto es tan importante usar cremas protectoras, estas proporcionan protección frente los rayos ultraviolados además de ayudarnos a prevenir consecuencias tan desagradables del sol como son el envejecimiento cutáneo prematuro y el daño celular.
Por todo esto, ante el sol, protégete. Hay que evitar exponer nuestra piel a estas agresiones que nos puede producir el sol porque sus consecuencias son muy dañinas para nuestra salud. Así que para disfrutar del sol saludablemente usa siempre protección solar.
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