A menudo se habla sobre el orgasmo femenino –o al menos se hace en mayor medida que sobre el orgasmo masculino– y la dificultad de llegar a él, trucos para alcanzar el clímax, dónde está el punto G de la mujer… Pero, ¿qué hay del orgasmo masculino?
3 diferencias entre el orgasmo masculino y el orgasmo femenino
Las diferencias entre hombres y mujeres se manifiestan también en el plano sexual y los orgasmos masculino y femenino, aunque presentan ciertas similitudes, tienen sus particularidades y por eso no experimentamos el placer de la misma forma. Estas son algunas de las diferencias entre el orgasmo masculino y el orgasmo femenino:
- Frecuencia del orgasmo: Los hombres disfrutan de más orgasmos que las mujeres, concretamente un 85,5% frente a un 61,6%. Aunque es cierto que ellas tienen más facilidad que ellos para tener orgasmos múltiples en un breve periodo de tiempo.
- Tiempo para alcanzar el orgasmo: Mientras que los hombres alcanzan el orgasmo tras pocos minutos de estimulación, ellas requieren de un poco más de tiempo de estimulación que ellos para llegar al orgasmo.
- Duración del clímax: El placer es más efímero en los hombres, entre los que el clímax dura aproximadamente de 3 a 8 segundos, pudiendo llegar hasta los 10 segundos en algunos casos. Por su parte, los orgasmos femeninos suelen prolongarse hasta los 20 segundos.
7 cosas que no sabías sobre el orgasmo masculino
- Orgasmo y eyaculación no son lo mismo. Mucha gente piensa que orgasmo y eyaculación son sinónimos, pero se equivocan. Es cierto que la mayoría de las veces la eyaculación se produce al alcanzar el orgasmo, sin embargo el hombre puede eyacular sin haber llegado al orgasmo y también puede alcanzar el clímax sin llegar a eyacular.
- La eyaculación, ¡a toda velocidad! La velocidad media de la eyaculación masculina es de unos 45 kilómetros por hora. Vamos, que el semen que es expulsado por el pene viaja a más velocidad de la que es capaz de alcanzar el atleta jamaicano Ussain Bolt en una competición deportiva, que tiene un récord de 44,72 kilómetros por hora.
- Los mejores orgasmos se producen durante el sexo. Al tener un orgasmo, tanto hombres como mujeres, liberamos una hormona llamada prolactina que nos hace sentir bien, satisfechos. La prolactina se libera un 400% más cuando el orgasmo se alcanza en una relación sexual que cuando se llega a él a través de la masturbación.
- Teatro, lo tuyo es puro teatro… Ya lo decía La Lupe en la canción y no le faltaba razón. Los hombres también fingen orgasmos. Aunque suele decirse que fingir orgasmos es solo cosas de mujeres, estudios han revelado que entre un cuarto y un tercio de los hombres han fingido algún orgasmo a lo largo de su vida.
- El mito del hombre multiorgásmico. Es cierto que el multiorgasmo femenino es bastante más común que el masculino, pero los hombres también pueden conseguirlo. Los expertos dicen que es cosa de práctica y esfuerzo y apuntan a que la clave para tener orgasmos múltiples reside en llegar al clímax sin eyacular. Mediante el entrenamiento adecuado y mucha práctica podrás ir disminuyendo el periodo refractario, ese lapso de tiempo que los hombres necesitan para volver a excitarse.
- El orgasmo cura el dolor de cabeza. Si tu chico utiliza la excusa del dolor de cabeza para evitar las relaciones sexuales ya se puede ir olvidando. Las endorfinas que se liberan con el orgasmo, además de hacernos sentir pletóricos, ayudan a parar la jaqueca. Un vigorizante masculino ayudará a despertar el apetito sexual.
- El punto G de los hombres. Tal y como sucede con las mujeres, los hombres también tienen diversas zonas erógenas que, de ser estimuladas como es debido, pueden producir orgasmos mucho más intensos y placenteros. Para encontrar el punto G masculino tendrás que buscar 5 centímetros dentro del ano y dar con un pequeño bulto del tamaño de una nuez. Olvídate de los prejuicios y los tapujos, ¡se trata de disfrutar!
Ahora que conoces mejor todos estos secretos sobre el orgasmo masculino, seguro que eres capaz de sacar más partido a tus relaciones sexuales y disfrutar mucho más del sexo en pareja. ¡No dejes de practicar sexo!