Quizás alguna vez hayas escuchado la conjunción “ritmo circadiano”, sin saber exactamente a qué se refiere. Pues en su definición se incluye cualquier tipo de cambio físico, mental o conductual que se produzca debido a la transición luz-oscuridad. Un ejemplo de esto es el hecho de mantenerse despierto por el día y dormir por la noche.
Pero, ¿qué relación guarda la melatonina con este proceso? Esta hormona producida por la glándula pineal se encarga de indicar al organismo cuándo es hora de ir a dormir y cuándo toca levantarse. Un desajuste en la producción de la misma (cambios de turno de trabajo, jet lag o insomnio leve) puede producir alteraciones en el ciclo de sueño-vigilia. La suplementación con melatonina contribuye a tratar estos trastornos del sueño y ayudar a proporcionar cierto alivio del insomnio leve. Además de ayudar a regular nuestro reloj biológico, esta hormona también actúa como antioxidante que contribuye a combatir los radicales libres y a reforzar el sistema inmunitario, avivando nuestras defensas naturales. Pero no solo es importante mantener los niveles de melatonina para regular nuestro ritmo circadiano, sino que será imprescindible introducir medidas de higiene del sueño en nuestra rutina.
Por ejemplo, evitar cenar tarde, establecer horarios regulares, prescindir de la cafeína al menos 6 horas antes de ir a dormir o evitar utilizar dispositivos electrónicos por la noche. Si el problema del insomnio leve persiste, aparecen otros síntomas o se toma algún tipo de medicación, es recomendable consultar con un/a profesional sanitario/a.