La camomila, también conocida como manzanilla, es una planta herbácea que pertenece a los géneros Chamomilla o Matricaria. Es ampliamente utilizada en la preparación de infusiones y como aclarante para el cabello. Por sus sustancias constituyentes, tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas. De hecho, la infusión de esta planta se ha convertido en un remedio popular para el tratamiento de algunas infecciones oculares como conjuntivitis y orzuelos. Pero debemos alertarte. No es recomendable la aplicación directa de esta infusión en la zona ocular, puesto que no se trata de una solución estéril y algunos de sus componentes e impuerazas pueden provocar irritación, como el polen de la misma flor.
Para evitar estas complicaciones, lo más aconsejable es utilizar soluciones en monodosis o colirios con camomila ya preparados: de esta forma, integran los beneficios de esta planta, pero se formulan con todas las garantías de esterilidad y tolerancia para la vía oftálmica. Proporcionan humectación del ojo y ayudan a reducir la inflamación gracias a componentes como el camazuleno y el alfa-bisabolol de propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antisépticas. En afecciones leves de irritación o sequedad ocular, consulta con un profesional sanitario. Y, ante síntomas persistentes o intensos que sugieran una infección ocular u otra patología grave, acude siempre al oftalmólogo.