La ashwagandha es un pequeño arbusto conocido como Withania somnifera por su nombre científico. También se denomina ginseng indio. Se considera una hierba medicinal destacada en los sistemas ayurvédicos de India, con distintos beneficios para el organismo. Está catalogada como una planta adaptógena. Esto quiere decir que actúa como soporte a las funciones fisiológicas, ayudando a paliar los síntomas derivados del estrés y contribuyendo a la “adaptación” del organismo a las situaciones que son un desafío mental y/o físico.
La parte comúnmente empleada, la raíz, contiene fitoactivos como la witaferina A. Esta sustancia, junto a todas las que encontramos en su extracto, favorecen la relajación a la vez que actúan como tónico general frente al cansancio derivado de un estrés prolongado. La ashwagandha favorece un sueño más reparador y aumenta la resistencia dicho estrés. También da soporte al sistema inmunitario y es antiinflamatoria.
Podemos encontrar extractos estandarizados de ashwagandha en forma de suplemento o complemento alimenticio (cápsulas, comprimidos, ampollitas bebibles...). Suele estar combinada con otros extractos de plantas y micronutrientes. Recuerda que es importante individualizar su recomendación y que, en caso de tomar medicación ansiolítica o padecer una enfermedad crónica, hay que consultar primero con un/a profesional sanitario/a. No está indicado su uso durante el embarazo y la lactancia.