Con el calor, llegan en masa unos incómodos inquilinos que vienen para quedarse durante todo el verano: los mosquitos. O deberíamos decir, “las mosquitas”, ya que son las hembras las auténticas culpables de las picaduras, ya que necesitan sangre para poder madurar sus ovarios y poner huevos.
La gran pregunta es, ¿porqué pican a unos sí y a otros no? Pues básicamente, porque se guían por el olor y la temperatura corporal de cada persona.
En cualquier caso, se pueden prevenir estas molestas picaduras siguiendo unos sencillos consejos:
- Hay que tener especial cuidado al atardecer y a la noche, ya que es aquí cuando pican.
- Utilizar ropa de manga larga y pantalones largos si se realizan actividades en el campo.
- No utilizar perfumes fuertes, ya que atraen a los mosquitos.
- Vestir con ropa clara, que atrae menos a los mosquitos. Nada de ropa brillante ni oscura.
- Utilizar mosquiteras en las ventanas e incluso para cubrir camas y cunas.
- Vigilar que no se acumule agua en desagües, recipientes en el exterior de casa (macetas, ceniceros…).
- Cubrir bien la piscina siempre que no la utilicemos.
- Utilizar repelentes para mosquitos.
- Mantenerse alejado de los nidos de mosquitos (basuras, balsas con agua…)
- Dormir con un limón abierto junto a la cama para repeler los mosquitos.
Pero a veces es inevitable que nos piquen… ¿Qué hacer en esos casos?
- Si se trata de la picadura de un mosquito tigre, hay que aplicar hielo inmediatamente para evitar que el veneno se expanda.
- Aplicar un poco de vinagre, zumo de limón, ajo o cebolla sobre la picadura.
- Utilizar lociones calmantes para aliviar el escozor de la picadura.
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