Colesterol y fitoterapia: ¿cómo funciona?

Escrito por Laura Buades el 08/03/2024

colesterol y fitoterapia

¿Sabías que el 56,1% de los españoles de más de 25 años padecen tiene el colesterol elevado? Sobre todo, teniendo en cuenta que los niveles de colesterol tienden a aumentar en la sangre a medida que envejecemos, sin causar ningún síntoma durante años, hasta que empiezan a provocar síntomas graves y a veces repentinos. Tras un tratamiento inicial por parte de tu médico de cabecera, ¿es posible regular los niveles de colesterol con la fitoterapia?

¿Cómo puede ayudar la fitoterapia a regular el colesterol?

Los complementos alimenticios a base de plantas se utilizan principalmente para la prevención y como complemento de una dieta equilibrada y adecuada.

Cuando se trata de controlar el colesterol, es importante seguir las recomendaciones del profesional sanitario si se han recetado medicamentos o se ha recomendado una dieta.

Para controlar los niveles de colesterol, en primer lugar, es necesario realizar un análisis de sangre prescrito por el médico y, a continuación, seguir sus pautas dietéticas. Estas pautas pueden complementarse con fitoterapia para reducir el colesterol.

Algunas plantas pueden ayudar a mantener los niveles de colesterol dentro de los límites normales, pero también pueden reducir la absorción de otras sustancias, incluidos los medicamentos, como en el caso de la avena o las semillas de lino. Como norma general, debe dejarse un periodo de al menos dos horas entre la toma de los extractos de plantas y la de medicamentos.

Las personas que toman medicamentos para combatir el colesterol alto (sobre todo estatinas) deben consultar a su médico antes de tomar avena. Las personas que siguen un tratamiento anticoagulante no deben tomar plantas medicinales a base de ajo.

Hay que tener en cuenta que estos tratamientos a base de plantas para el colesterol están reservados a los adultos mayores de 18 años y no se recomiendan a las mujeres embarazadas y/o en periodo de lactancia.

¿Cuáles son las plantas contra el colesterol?

Se sabe que varias plantas ayudan a proteger el corazón y los vasos sanguíneos y a normalizar los niveles de colesterol. Estas plantas tienen diferentes modos de acción diseñados para proteger el corazón y los vasos sanguíneos y reducir los niveles de "colesterol malo", el colesterol LDL.

●       La avena, el salvado de avena y los copos de avena son ricos en fibra alimentaria soluble y betaglucanos, que normalizan las concentraciones de colesterol "malo" en sangre.

●       El psyllium, y las semillas de psyllium en particular, contienen fibras que forman un gel en el estómago capaz de ligar parcialmente las grasas contenidas en los alimentos, reduciendo así la absorción del colesterol.

●       También se cree que el ajo es eficaz para controlar el colesterol sanguíneo y regular la presión arterial.

●       El lino, y especialmente el aceite de linaza, es especialmente rico en ácidos grasos poliinsaturados (ácidos grasos omega-3), lo que ha llevado a utilizarlo como suplemento dietético para la prevención de trastornos cardiovasculares, aunque ningún estudio a gran escala ha validado esta afirmación.

●       El fenogreco y el nopal son 2 plantas que se pueden sugerir para reducir la absorción de grasas por el intestino, debido a su alto contenido en fibra.

●       La lecitina de soja es un compuesto que solubiliza las grasas. Ayuda al hígado a eliminar el exceso de grasas de la sangre y contribuye a estabilizar los niveles de colesterol. También contribuye a mantener la salud de las arterias. Sin embargo, este compuesto no se recomienda a las mujeres con antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, útero u ovarios, ni a los hombres con problemas de próstata.

●       Los esteroles o fitoesteroles son todos los compuestos con la misma estructura derivados de las plantas, en particular de las semillas oleaginosas. Impiden que el colesterol LDL sea absorbido por los intestinos y liberado al torrente sanguíneo. Los fitoesteroles tienen una estructura similar a la del colesterol, por lo que estos compuestos compiten con el colesterol en el intestino, limitando su absorción.

●       El extracto de hoja de olivo ayuda a reducir los niveles de colesterol y tiene un efecto positivo sobre el sistema inmunitario. Contiene oleuropeína, un potente antioxidante que neutraliza los radicales libres presentes en los polifenoles. Ayuda a reducir el colesterol malo y la hipertensión arterial.

●       La levadura roja de arroz es un hongo microscópico que, según su origen, contiene cantidades importantes de una molécula denominada monacolina K, químicamente idéntica a la lovastatina. Debido a su similitud con los tratamientos de tipo estatina, el arroz de levadura roja tiene cierta eficacia para reducir los niveles de colesterol LDL en sangre. No obstante, hay que tener en cuenta que el arroz de levadura roja debe utilizarse con las mismas precauciones que un medicamento, y que es esencial la supervisión médica. Si se experimentan calambres, dolor muscular, sensibilidad o debilidad muscular, hay que acudir inmediatamente al médico. Por último, el arroz de levadura roja puede interactuar con muchos medicamentos, por lo que es esencial hablar con un médico o farmacéutico.

●       La alcachofa también tiene propiedades interesantes para la salud digestiva, sobre todo el extracto de hojas de alcachofa, que ayuda a reducir el colesterol malo LDL.

¿Qué otros hábitos alimentarios pueden adoptarse para combatir el colesterol?

Estudios recientes han demostrado que una dieta adecuada puede ayudar a reducir los niveles excesivos de colesterol. Para empezar, hay que moderar el consumo de grasas, dando prioridad a los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva, el aguacate, los anacardos y las nueces de macadamia, que deben representar entre el 15 y el 20% del aporte energético diario. Los ácidos grasos poliinsaturados contenidos en las nueces, los piñones, las semillas de lino, el aceite de girasol y el aceite de pepitas de uva cumplen funciones esenciales en nuestro organismo. Como ácidos grasos esenciales, deben ser aportados a través de la dieta. Por último, los ácidos grasos saturados presentes en el queso y la mantequilla no deben superar el 12% de la ingesta energética diaria. También hay que evitar en la medida de lo posible los ácidos grasos utilizados por la industria en platos preparados como galletas, pasteles, bollería, etc.

Las fibras alimentarias solubles, como la avena, la cebada, las judías blancas, los guisantes, la berenjena, el calabacín, el brécol, el pomelo, las fresas y los melocotones limitan la absorción de los lípidos, en particular del colesterol. También producen ácidos grasos libres de cadena corta que reducen la producción de colesterol por el hígado.

Si eres vegetariano, encontrarás estos componentes en el germen y el salvado de trigo, el trigo sarraceno, el aceite de colza y de oliva, las verduras de hoja verde, las nueces y las semillas de lino.

Recordatorio contra el colesterol:

●       Comer más fruta y verdura fresca.

●       Limitar el consumo de grasas animales.

●       consumir productos lácteos semidesnatados.

●       Beber al menos 1,5 litros de agua al día.

●       Limitar el consumo de cafeína.

●       Reducir el consumo de alcohol.

●       Moverse al menos entre 30 y 45 minutos al día (andar, ir en bicicleta, etc.).

●       Dejar de fumar.

●       Reducir los niveles de estrés.

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Salud a base de plantas: ¿a quién consultar?

Si se desea controlar los niveles de colesterol, lo primero que se debe hacer es concertar una cita con el médico de cabecera y someterse a una prueba de lípidos. Como primera medida, el médico recordará las normas sanitarias y dietéticas que se deben seguir. Estas normas pueden complementarse con complementos alimenticios a base de plantas, que el farmacéutico puede aconsejar. Siempre se debe informar al médico de cualquier tratamiento adicional antes de iniciarlo.

La norma, salvo excepciones, es que el médico empiece recomendando cambios en la dieta durante 3 a 6 meses antes de considerar cualquier otro tratamiento.

El exceso de colesterol no es una enfermedad en sí misma, sino un factor de riesgo de otras enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Se trata sobre todo de un exceso de un tipo de colesterol conocido como colesterol LDL o colesterol malo que favorece la formación de depósitos en las paredes de las arterias. Estos depósitos provocan progresivamente una pérdida de elasticidad de las arterias y reducen su diámetro, lo que aumenta el riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o arteritis.

Artículo traducido por Laura Buades, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.