Suena la alarma y es posible que lo primero que veas por la mañana es la pantalla del móvil indícandote que debes levantarte e ir a trabajar, a estudiar, a llevar a los niños al cole… Mientras desayunas ya no pasas las hojas del periódico, deslizas la pantalla arriba y abajo leyendo tuits, diarios digitales y whatsapps.
Tampoco enciendes la radio, abres la app de la emisora que te apetece. La lista de la compra ahora es una nota compartida en keep y el avión con el que entretienes al pequeño de la casa es un vídeo de Youtube.
Como nos explica Jordi Ribas, gerente de NordicVision, expertos en presbicia y salud visual, en los últimos años el uso de pantallas se ha multiplicado en nuestra sociedad, de la misma manera que el tiempo de exposición delante de ellas. “Los jóvenes menores de 30 años pasan hasta 10,5 horas delante de una pantalla (estudio COOOC, 2014); el 43% de los adultos trabajan en un contexto de uso prolongado de ordenadores; consultamos nuestro smartphone hasta 150 veces al día (estudio Fundación Telefónica)”, cuenta Ribas. Los sectores de la población más sensibles a los efectos de las pantallas son los niños y mayores de 45 años.
¿Cómo afectan las pantallas de los dispositivos móviles?
Las pantallas LED de smartphones, tablets, ordenadores o consolas emiten los mayores niveles de luz azul frente a otros dispositivos o la luz natural. Este tipo de luz, dentro del aspecto visible es la de longitud más corta y de mayor energía. Jordi Ribas señala que “penetra hasta los nervios oculares y puede dañar las células de la mácula, un tejido sensible en el fondo del ojo, cuyas células no tienen capacidad de regeneración”.
Por si la luz azul-violeta no fuera ya peligrosa por si sola, Ribas añade que “la mínima distancia a la que utilizamos estos dispositivos acentúa el efecto perjudicial ya que requiere un enfoque continuo del ojo. Se genera así estrés y fatiga ocular”.
Además, la luz azul también nos obliga a mantener los ojos más abiertos. Este acto se traduce en menos parpadeo y un ojo más seco. Por último, el propio brillo de la pantalla y sus reflejos pueden producir deslumbramientos molestos para nuestros ojos.
Consecuencias de la exposición a la luz azul
La luz azul de las pantallas influye a corto y largo plazo en nuestra salud visual. Hay dos tipos de consecuencias:
A corto plazo: Aparecen tras largas jornadas frente a las pantallas.
- Fatiga visual. Al pasar mucho tiempo enfocando de cerca, la musculatura del ojo hace un esfuerzo mayor y se cansa. También aparece cuando el ojo ha realizado una actividad en que se ha tenido que acomodar a cambios de luz o de enfoque. Por ejemplo, cuando se conduce se pasa de mirar cerca a lejos frecuentemente. También puede aparecer en situaciones de mucha luz o muy escasa.
- Irritación y sequedad visual. Los ojos están cubiertos de tres capas de lágrimas que mantienen el bienestar de los ojos y la buena visión. Cuando hay algún problema en estas capas o se evapora la segunda capa – compuesta de agua y sal- los ojos se resecan y aparecen irritaciones y picores.
- Tensión ocular. También llamada presión intraocular (PIO) es la presión que ejercen los líquidos que se encuentran en el interior del globo ocular (sobre todo, el humor acuoso) sobre las estructuras firmes del ojo (córnea, iris, cristalino…) y debe estar por debajo de 21 mmHg para que el ojo mantenga su forma.
- Dolor de cabeza.
- Lagrimeo.
Como apunta Ribas, “Todas estas consecuencias de estar expuestos a las pantallas de los dispositivos configuran el también llamado Síndrome Visual Informático, que sufre hasta el 70% de la población, según un estudio del 2014 del Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Catalunya”.
A largo plazo, la exposición repetida a las pantallas “puede tener consecuencias más graves, como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), causante de presbicia prematura – o vista cansada-, cataratas o ceguera“, recalca el gerente de NordicVision.
Buenos hábitos frente a las pantallas
- Descansa la vista cada 20 minutos con una pausa de 20 segundos.
- Descansa los ojos. Tápalos con las manos, ábrelos en la oscuridad y parpadea.
- No trabajes a oscuras y asegúrate de que hay suficiente luz.
- Reduce el uso de pantallas por la noche y evita los reflejos de luz natural o artificial.
- Trabaja a la distancia adecuada en función del dispositivo que estés utilizando.
- Usa lentes especiales para dispositivos digitales que bloquean el exceso de luz azul-violeta
NordicVision ha mejorado la lente y los filtros que ya existían en todos sus productos para poder responder a las necesidades actuales de los usuarios, desarrollando la tecnología BLUE LIGHT PROTECTION de SCREENglasses, que aporta 4 efectos principales para el confort y salud visual:
- Absorción de la luz azul-violeta por encima del 51%, filtrándola hasta niveles no perjudiciales, siendo el producto certificado con mayor coeficiente de absorción del mercado (BUREAU VERITAS).
- Permite el paso la luz azul-turquesa, beneficiosa para nuestro ritmo circadiano (responsable de nuestros ciclos vitales, el sueño, el estado de ánimo…).
- Las lentes asféricas permiten una imagen más nítida y contrastada, contribuyendo a un enfoque mucho más relajado.
- Gracias a un filtro 100% anti-reflejante, evita que ni brillos ni reflejos alcancen nuestras pupilas.
¿Listo para cuidar de tu salud visual?