Las digestiones pesadas aparecen cuando se obliga al estómago a trabajar más rápido de lo habitual. Este sobreesfuerzo ocurre cuando se come demasiado rápido, cuando una siesta se alarga o cuando los alimentos que hemos tomado son demasiado grasos. El estrés y una alimentación poco saludables son los principales factores de las digestiones pesadas y el malestar después de las comidas.
¿Qué es la digestión?
La digestión es un proceso que transforma los alimentos que hemos ingerido en sustancias fáciles de absorber por el organismo. La energía obtenida de los alimentos se encarga de que crezcamos correctamente y de que todo funcione en nuestro cuerpo, reparando tejidos si es necesario.
El proceso de digestión consta de 3 fases:
- Fase cefálica: los alimentos no han sido ingeridos aún, pero en la fase cefálica, los sentidos preparan el estómago para el consumo y la digestión de los alimentos. Por una parte, los nervios facial y glosofaringeo estimulan la secreción de saliva por las glándulas salivales, mientras que el nervio vago estimula las glándulas gástricas a producir jugo gástrico.
- Fase gástrica: Dura entre 3 y 4 horas. Esta fase del proceso digestivo es estimulada por la distensión del estómago y el pH ácido. Entonces, la distensión activa los reflejos largos y mientéricos que, a su vez, estimulan la secreción de más jugos gástricos. Cuando lasproteínasentran al estómago, unen iones hidrógeno, lo cual disminuye el pH del estómago hasta un nivel ácido.
- Fase intestinal. Por una parte, en la fase intestinal los alimentos parcialmente digeridos llegan al duodeno y desencadenan la liberación de gastrina intestinal. Por otra parte, el reflejo enterogástrico inhibe el núcleo vago y activa las fibras simpáticas, de este modo el esfínter pilórico se aprieta y previene la entrada de más comida e inhibe los reflejos.
¿Qué causa las digestiones pesadas?
- Alimentos o platos demasiado grasos como los fritos o los guisos con mucho aceite.
- Carnes grasas.
- Salsas de nata, queso o mayonesa.
- Platos con exceso de condimentos, azúcar o muy picantes.
- El estrés que provoca afecciones gastrointestinales tales como úlceras, cólicos, diarreas o gastritis.
- Siestas de más de 20 minutos y justo después de comer. Mientras duermes, el organismo va más lento lo que retrasará el proceso de digestión. Por otra parte, la posición horizontal facilita el paso de ácidos de estómago a esófago (reflujo). Mejor recostarse que estirarse.
Como la digestión es un proceso lento, cuanta más comida se ingiera, más largo y molesto se hará. Se necesitará más ácido gástrico para ayudar a procesar los alimentos y, como consecuencia, el tracto intestinal se hinchará. También puede ser que se hinche el abdomen a causa de un estómago demasiado lleno. Pueden producirse flatulencias.
Qué hacer para unas digestiones más ligeras
- Prioriza la carne de pavo y las aves de caza menos grasas que las demás.
- Sustituye el café por las infusiones digestivas como la manzanilla, la menta o el hinojo.
- Come despacio y dedica al menos 20 minutos por comida.
- Cambia las especias fuertes que irritan la mucosa gástrica y aumentan la acidez por hierbas aromáticas digestivas. Hazte con hinojo, tomillo, salvia, comino o cardamomo para dar sabor a tus platos.
- Controla cuanto bebes durante la comida y después de ellas, diluyen los jugos gástricos y retrasan la digestión.
- Disminuye las raciones ya que cuanto más copiosas sean, más trabajo darán a tu estómago.
- Compensa los caprichos como el postre o un primer plato calórico con otro más ligero y las comidas abundantes con cenas suaves.
- Evita el alcohol, el tabaco, las bebidas excitantes y el exceso de azúcar.
- Muévete un poco antes de comer y si no quieres prescindir de la siesta, que no sea justo al acabar de comer. Cuanto más vacío está el estómago, mejor.
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