Si estás leyendo este artículo, es posible que estés en proceso de un diagnóstico y tengas algunas dudas acerca de lo que implica padecer colon irritable.
El síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, es un trastorno crónico del intestino grueso, y se trata de una patología que, si bien la mayoría de las personas que lo padecen no sufren síntomas graves, requiere un diagnóstico médico y una correcta supervisión por parte de este.
Colon irritable: síntomas y cómo detectarlo
El SII aparece mayoritariamente en mujeres menores de 35 años, y las probabilidades de padecerlo aumentan en caso de existir otras patologías digestivas, alteraciones ginecológicas, o determinadas enfermedades psiquiátricas.
Los síntomas más frecuentes son:
Dolor abdominal leve o moderado de tipo cólico, a menudo relacionado con la ingesta de algún alimento y que, normalmente, mejora tras la defecación.
Cambios en la frecuencia de las deposiciones o en su consistencia, o presencia de moco.
Aparición de estreñimiento, diarrea, o alternancia de ambos.
Hinchazón abdominal y gases.
Náuseas, vómitos y ardores.
Tal y como destaca nuestra farmacéutica Mar Santamaría, el diagnóstico del colon irritable solo puede realizarlo un médico, basándose en una exploración física completa del paciente y analizando su historia clínica, así como mediante la realización de pruebas complementarias que descarten otras patologías: analítica de sangre y heces, ecografía, radiografía, colonoscopia…
¿Cómo aliviar el colon irritable? Consejos de soporte al tratamiento pautado
Hoy en día, se conoce que una de las causas por las que los pacientes con colon irritable lo sufren de forma crónica y recidivante, son las alteraciones del movimiento y la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos como el estrés. Otras alteraciones que podrían influir son las hormonales, las intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales, o determinados factores genéticos.
Según el tipo y la intensidad de tus síntomas, es posible que tengas que:
Seguir un tratamiento farmacológico, si así lo estima necesario tu médico/a, que suele incluir antidiarreicos o laxantes y antidepresivos.
Recibir asesoramiento profesional dietético para adaptar tu dieta a tus necesidades concretas.
Probar opciones terapéuticas, como la psicoterapia o la acupuntura, que te ayuden a reducir los niveles de estrés.
Además, para aliviar los síntomas del colon irritable existen algunas medidas de soporte, muy sencillas de poner en práctica, que pueden servirte de apoyo al tratamiento médico:
Evitar comidas y bebidas que empeoren los síntomas (como el café, el alcohol, el exceso de especias, los lácteos, los alimentos flatulentos…), así como las comidas copiosas.
Evitar las situaciones que te generen nervios o estrés o, si no es posible evitarlas, buscar medidas para gestionarlo.
Evitar el sedentarismo, practicando ejercicio físico con regularidad.
Además, a valorar de forma individual, y contando con el criterio médico oportuno, Mar Santamaría señala que existen complementos alimenticios o productos sanitarios que pueden ofrecernos un apoyo adicional, como los probióticos (siempre que cuenten con estudios de que son efectivos en este contexto), o ingredientes como la glutamina, así como algunos ácidos grasos de cadena corta que contribuyen a restaurar la barrera que forma el epitelio intestinal. Además, nuestra farmacéutica recomienda encarecidamente una valoración por parte de un/a nutricionista, por si es necesario retirar y reintroducir algún tipo de alimento.
Espero que este post te haya servido de ayuda y, si es así ¡no olvides comentar y compartirlo!