La costra láctea o dermatitis seborreica del lactante es una afección que los bebés recién nacidos pueden experimentar a lo largo de su desarrollo. Más allá de presentar síntomas muy notorios, como la descamación del cuero cabelludo y la fabricación de placas o escamas de color blanco, amarillo o grisáceo, la costra láctea no supone ningún riesgo para el bebé ni molestias.
Esta afección cutánea aparece como resultado de la secreción de grasa por parte del niño y un plus: la estimulación sebácea por parte de las hormonas de la madre. Esto trae como consecuencia un exceso de sebo, sin embargo la costra láctea no supone ningún tipo de tratamiento médico ya que no es contagiosa ni infecciosa, pero sí es importante saber detectar la costra láctea para tratarla y proteger al bebé.
Para tratar la costra láctea se recomienda utilizar un producto emoliente para aplicar sobre las zonas afectadas mediante un suave masaje y dejar actuar durante un largo período (horas). Luego aclarar con un champú suave y peinar con un suave cepillo desde la raíz del cabello hacia las puntas (en el sentido de crecimiento del pelo) para eliminar las escamas.
¿Qué productos emolientes utilizar para combatirá la costra láctea en bebés?
– Aceite de almendra u oliva: aplicar suavemente en las zonas afectadas para contrarrestar la sequedad y el proceso de descamación.
-Champús suaves: lavar suavemente con champús para recién nacidos con acción queratorreguladora y que respeten el pH del bebé.
Si bien existen otros productos a base de corticoides y otros componentes, se recomienda optar por cuidados naturales ya que la costra láctea tiende a desaparecer con el tiempo, con el desarrollo del bebé.
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