Si sientes molestias en el ojo, pueda que padezcas del síndrome del ojo seco. La sequedad ocular es un problema que afecta a muchas personas pero que es preciso tratar para evitar problemas en el ojo.
El ojo seco se produce por carencia de lágrimas en el ojo, la glándula lagrimal es la responsable de generar lágrimas para lubricar y proteger la parte externa del ojo y así permitir un correcto funcionamiento. Las zonas más afectadas son la parte externa de la córnea como la conjuntiva.
Las razones que hacen que la glándula lagrimal no ejerza su función correctamente son varias:
- Ingesta de ciertos medicamentos y/o ciertas enfermedades como (artritis reumatoide , síndrome de Sjögren, lupus eritematoso, etc.)
- Un período post-operatorio ocular
- Una alteración hormonal (embarazo, menopausia, etc.)
- Factores ambientales donde se logra un ambiente seco (aire acondicionado, calefacción, etc.)
- La concentración prolongada (lectura, ordenador, etc.)
- Ser portador de lentes de contacto
Dependiendo de la causa que sea, se deberá seguir un determinado tratamiento sin embargo por regla general, se recomienda el uso de colirios para hidratar el ojo y prevenir posibles afecciones oculares que se producen por el síndrome del ojo seco como úlceras en la córnea, queratitis, pérdida de visión, ciertas cicatrices en el ojo.
¿Cómo se detecta el síndrome del ojo seco?
Una forma fácil de saber si puedes estar padeciendo el síndrome del ojo seco es prestar atención a las molestias oculares que tienes. Si notas el ojo irritado, sensación de arenilla, pesadez en párpados, lagrimeo, enrojecimiento y/o escozor, puede ser que tengas este problema. Por ello puede ir al oculista para que te confirme tus sospechas y así ponerle remedio.
¡Cuida tu salud visual y consulta con un oftalmólogo ante cualquier complicación!
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