Conocer y prevenir el síndrome de manos, pies y boca

Escrito por Celia Núñez el 10/05/2024

Conocer y prevenir el síndrome de manos, pies y boca

¿Conoces este síndrome que, como su nombre indica, afecta a pies, manos y boca? Caracterizado por la presencia de papulovesículas en la boca y en las extremidades, el síndrome mano-pie-boca es una de las patologías más frecuente en niños pequeños, pero también puede afectar a niños mayores y adultos.

Para evitar el pánico durante el contagio y ciertas complicaciones, a continuación te contamos más sobre esta infección viral benigna.

¿Qué es el síndrome de manos, pies y boca?

El síndrome de manos, pies y boca es una enfermedad viral común en niños pequeños, caracterizada por la aparición de lesiones en las manos, pies y alrededor de la boca . Aunque el nombre puede parecer alarmante, esta afección suele ser leve y se resuelve por sí sola en unos pocos días o algunas semanas. El síndrome de manos, pies y boca está causado principalmente por el virus Coxsackie , aunque también puede ser causado por otros virus de la familia de los enterovirus.

Por lo general, se transmite por contacto directo con las secreciones corporales de una persona infectada, como la saliva, las heces o las secreciones nasales.

Conocer y prevenir el síndrome de manos, pies y boca

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de manos, pies y boca?

Las erupciones rojas o ampollas en las palmas, los pies y alrededor de la boca son el síntoma característico de este síndrome. Estas lesiones pueden ser dolorosas y molestas, lo que puede hacer que a los niños infectados les resulte incómodo tragar y caminar. Otros síntomas comunes incluyen:

  • Aparecen erupciones rojas o ampollas en las manos, los pies y alrededor de la boca. Estas lesiones pueden ser dolorosas y molestas.

  • Fiebre en la mayoría de los niños. La temperatura puede variar, pero suele ser moderada y dura unos días.

  • Pérdida de apetito debido a llagas dolorosas en la boca. Los niños pueden tener dificultades para alimentarse y negarse a comer o beber.

  • También pueden presentarse síntomas digestivos, especialmente diarrea.

  • Se siente fatiga general, con pérdida de tono.

Cabe señalar que no todos los niños presentan todos estos síntomas, y algunos pueden tener síntomas más leves que otros.

Si sospechas que tu hijo o hija presenta síntomas del síndrome de manos, pies y boca, se recomienda consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.

¿Cómo se transmite el virus del síndrome de manos, pies y boca?

Los niños con fiebre aftosa son contagiosos 2 días antes de la erupción. Luego, son especialmente contagiosos durante la primera semana de la enfermedad.

Sin embargo, el período de transmisión puede durar varias semanas, siempre que el virus permanezca en las heces. Es una enfermedad que se transmite por contacto directo (de una persona a otra) o indirecto con: secreciones nasofaríngeas (de la nariz y la garganta) y gotitas de saliva proyectadas al aire por una persona enferma, así como lesiones cutáneas (vesículas) de una persona infectada.

El viruspuede sobrevivir durante bastante tiempo en superficies y objetos contaminados. No puede provenir de una mascota (ni de otras personas), y el virus no se les puede transmitir.Dado que la infección es causada por diferentes virus, es posible infectarse más de una vez. Sin embargo, la mayoría de las personas desarrollan inmunidad y memoria inmunológica frente a estos virus a medida que envejecen.

Conocer y prevenir el síndrome de manos, pies y boca

¿Cómo aliviar a un niño que tiene fiebre aftosa?

Aunque no existe un tratamiento específico para el síndrome de manos, pies y boca, es importante tomar medidas para aliviar los síntomas y prevenir la propagación de la infección. Los medicamentos, como el paracetamol, pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor. Además, conviene tener en cuenta que el ibuprofeno ni aspirina están contraindicados en este caso. También se recomienda beber mucho líquido para evitar la deshidratación.

En caso de dolor de boca importante, elegir alimentos fríos (lácteos frescos, helados, etc.) que reducen el dolor de boca y evitar alimentos calientes y duros, recurriendo en su lugar a purés y sopas servidas tibias. Si el niño se niega a comer, vomita o tiene diarrea, y para evitar la deshidratación, es importante darle de beber con frecuencia y compensar sus pérdidas de agua y sales minerales con soluciones de rehidratación oral.

Además, hay algunas reglas de higiene simples que debe adoptar con los más pequeños de la casa:

  1. Utilizar un jabón suave para limpiar la piel.

  2. Secar cuidadosamente, dando palmaditas en la piel después de la ducha, evitando frotar.

  3. Lavarles las manos con frecuencia.

  4. Cortarles las uñas y limarlas, para evitar que, si se rasca, contamine las ampollas con gérmenes.

No usar talco, polvos o cremas, sino un antiséptico local en espuma. Para saber qué producto es el más adecuado, consulta a tu farmacéutico.

La pérdida de las uñas, también conocida como onicomadesis, es una complicación común que puede ocurrir después de un episodio del síndrome de manos, pies y boca. Sin embargo, no es grave y no requiere tratamiento. Esto implicará mantener las puntas de los dedos de manos y pies limpias y secas para evitar infecciones, y usar zapatos cómodos para evitar traumatismos en los dedos de los pies. El nuevo crecimiento de las uñas se producirá en un plazo de 6 a 12 semanas.

¿Qué pasa con la fiebre aftosa en los adultos?

Si bien el síndrome de manos, pies y boca afecta principalmente a niños pequeños, los adultos también pueden padecerlo. Aunque la mayoría de las veces es benigna, la enfermedad presenta sin embargo un riesgo en las mujeres embarazadas, que contraen el virus y pueden transmitirlo al feto. Este riesgo está presente durante el embarazo, a través de la placenta o en el momento del parto.

La gravedad de esta infección es muy variable e imposible de predecir, aunque suele ser inofensiva. Lo ideal es que las mujeres embarazadas eviten el contacto estrecho con cualquier persona que tenga el síndrome de manos, pies y boca y presten especial atención a las medidas que prevengan la transmisión.



Artículo traducido por Celia Núñez, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.