Contorno de ojos y labios
¿Cómo conseguir aumentar el volumen de los labios sin necesidad de cirugía?
El contorno de ojos es una de las partes más delicadas del rostro. Y una de las que más nos preocupan, ya que es donde primero empiezan a aparecer los signos de envejecimiento y donde se manifiesta más el cansancio, la falta de sueño o incluso algunas enfermedades, como la alergia.
Las ojeras oscuras son muy comunes y pueden tener orígenes muy distintos. Una de las claves para tratarlas es identificar qué tipo de ojera oscura tienes a la hora de elegir un tratamiento adecuado.
Ojeras marrones
Las ojeras marrones son las llamadas ojeras pigmentarias y se producen por una acumulación de melanina en la zona del contorno de los ojos.
Suelen ser genéticas, empeoran con la exposición solar y con la edad.
Para tratarlas, lo mejor es elegir contornos de ojos con ingredientes despigmentantes como el ácido kójico, la vitamina C o el retinol. Evita al máximo posible el sol.
Nuestros favoritos para tratar las ojeras marrones:
Ojeras rojizas o moradas
Estas se producen por la acumulación de sangre debida a una mala circulación local. Aunque su coloración va del rojo al azul, también pueden tener el aspecto de un moretón, pasando por tonalidades amarillas o grisáceas.
Si sientes que tu ojera cambia mucho de color dependiendo de si has dormido bien, por ejemplo, probablemente tengas este tipo de ojera.
Para las ojeras vasculares, tus ingredientes aliados son los que refuerzan la microcirculación como el rusco, la vitamina K, la cafeína o el gingko biloba.
Productos recomendados para ojeras moradas o rojizas:
Ojeras mixtas
Son una combinación de ambas situaciones anteriores: una parte de pigmento oscuro y otra parte de ojera vascular. Es el tipo de ojera más común.
En este caso, lo ideal será buscar un producto que combine varios tipos de ingredientes tratantes.
6 consejos infalibles para eliminar las ojeras oscuras
Aunque son muy difíciles de eliminar, hay algunos trucos para minimizarlas al máximo y que se noten menos.
Dormir un mínimo de 7 horas diarias. El descanso suficiente es la mejor forma de minimizar las ojeras, sobre todo aquellas producidas por la mala circulación.
Beber agua para asegurar que nuestro cuerpo está hidratado. Eso ayudará a mantener los tejidos sanos, incluso en de las ojeras.
Eliminar bien el maquillaje antes de acostarnos con la ayuda de un limpiador específico para el contorno de los ojos. Por ejemplo, son muy útiles los aceites limpiadores, el agua micelar y los productos bifásicos.
Llevar unos hábitos saludables, tanto de alimentación como de ejercicio. Fumar, por ejemplo, es uno de los malos hábitos que más se refleja en el contorno de ojos.
Usar gafas de sol. Las ojeras oscuras, especialmente las pigmentarias, empeoran con la exposición solar. Unas buenas gafas de sol minimizará el riesgo de que vayan a más, además de prevenir arrugas y pérdida de firmeza en la delicada zona del contorno de los ojos.
Utilizar un corrector antiojeras de un tono similar o un poco más claro que nuestra piel. ¿Quieres saber si lo estás aplicando correctamente?
