El farro (también llamado emmer), considerado como el ancestro del trigo moderno, es un alimento saludable que no debe faltar dentro de una dieta equilibrada pese a que es desconocido por la gran mayoría de personas.
Propiedades del farro
- Prevención de múltiples enfermedades: los granos completos, entre los que se encuentra el farro, se asocian, según indica la health coach Rocío Río de la Loza, a la “reducción del riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2”.
- Alto contenido en fibra: cuenta con más fibra que otros granos completos, lo que le convierte en un alimento que brinda mayor energía y es perfecto para regular la digestión, mantener los niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas. Aporta “sensación de saciedad, lo que ayudar a regular el hambre y mantener el peso ideal”. “Un cuarto de taza de farro contiene 7 gramos de fibra dietética. Asimismo, la cantidad de fibra insoluble es considerable por lo que beneficia al tracto digestivo y alimenta a las bacterias beneficiosas de la flora intestinal. Es decir, tiene un efecto prebiótico que ayuda a fortalecer el sistema inmune”, señala la consultora en nutrición y salud integral.
- Fuente de proteínas y micronutrientes: el farro tiene un alto contenido en magnesio, hierro y zinc, además de ofrecer vitaminas del complejo B, que son “importantes para el funcionamiento correcto del sistema nervioso”, según revela la experta.
- Bajo en grasa: este grano completo es un alimento que no debe faltar en tu dieta equilibrada, sobre todo en la de las personas con problemas de presión arterial alta. “Es bajo en grasa, libre de sodio y naturalmente libre de colesterol”, subraya Río de la Loza.
- Antioxidante para el organismo: la health coach confirma que este grano completo es rico en “componentes químicos bioactivos, lo que hace tener al farro propiedades antiinflamatorias y antioxidantes”. Típico de Italia y pese a contener gluten, el farro aporta tradición a la dieta y sobre todo es una fuente extraordinaria de carbohidratos complejos. Como indica Río de la Loza, el farro es “muy versátil” por lo que puede prepararse en ensaladas, sopas, pilafs y postres, además de poderse elaborar pastas con su harina.