Quizá relaciones fitness con ir al gimnasio, hacer pesas, maratones… Fitness hace referencia a una actividad física de movimientos repetidos que se planifica y se sigue a diario para mejorar o mantener el cuerpo en unas condiciones óptimas. Puede sonar difícil de conseguir, pero hay vida más allá de los gimnasios y las clases dirigidas. Caminar a buen paso o en inglés power walking es un deporte al alcance de todos. Sólo necesitas dejar a un lado el coche y utilizar más las piernas.
El power walking vendría ser en intermedio entre caminar y correr. Caminar de una manera exigente, consciente y a buen ritmo aporta los mismos beneficios que el running y, a su favor, genera menos molestias físicas y la recuperación del cuerpo es más rápida. Andar de manera consciente es “caminar movilizando los brazos, activando el abdomen y elevando ligeramente la punta del pie”, explica Agustín Rubio en El País. Además, los hombros deben estar dispuestos hacia atrás y sin tensiones, la cabeza y pecho deben permanecer en alto y el abdomen duro para que sirva como un colchón ante el desgaste de la espalda. Así que, caminar deprisa como si llegáramos tarde, no es practicar power waking, lo sentimos.
Diferencias y similitudes entre el running y el power walking
Aunque exigente, caminar rápido es un deporte ideal para aquellas personas que no cuentan con un estado físico bueno o que se están iniciando en el arte del running. Sus beneficios son los mismos: aumenta la capacidad cardiorespiratoria, disminuye la tensión arterial, aumenta la masa muscular, mejora el sistema inmunitario… Y sin embargo, las articulaciones y le cuerpo sufre menos. Mientras que corriendo existe la fase de vuelo, en que uno de los pies no toca el suelo, en el power walking no, por lo que no hay impacto y las articulaciones no sufren tanto como cuando salimos a correr.
Salir a correr quema más calorías que caminar, sin embargo, no quiere decir que el running queme más grasa. Correr a alta intensidad no equivale a una gran utilización de grasas como fuente de energía, pues a mayor frecuencia cardíaca y porcentaje de la frecuencia cardíaca máxima, menor utilización de grasas como combustible y mayor uso de glucógeno. Hasta que no se acabasen las reservas de glucosa, no se empezarían a quemar grasas.
Otra de las diferencias es la indumentaria. Mientras que en el running deberá ser más específica ya que los impactos con el suelo serán mayores, en el caso del power walking puede servir un calzado apto para hacer deporte eventualmente.
Los beneficios de caminar rápido son los mismos que los que proporciona salir a correr. Aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, disminuye la tensión arterial y el riesgo de enfermedades coronarias, retrasa la osteoporosis, aumenta la masa muscular y la flexibilidad, reduce el peso, fortalece las articulaciones, mejora la respuesta inmunológica, facilita la digestión, mejora la tolerancia a la glucosa y colabora en la disminución del colesterol como apunta Rubio.
Así, caminar de manera energética se convierte en una actividad fitness asequible para todas las edades, condiciones físicas y bolsillos.
10 características del power walking
- Una sesión de power walking dura entre 45-60 minutos y se pueden quemar hasta 350 calorías en sesiones de 5 a 9 kilómetros por hora.
- La constancia es necesaria para obtener los beneficios de caminar, así que lo ideal sería practicar la caminata activa unas tres veces por semana. Si lo incluyes en tu rutina para ir al trabajo o sustituyes algunos desplazamientos en transporte privado o público por paseos a buen ritmo, ni te darás cuenta.
- La corrección postural es imprescindible para evitar lesiones. La cabeza debe estar erguida, la espalda recta y tanto los glúteos como el abdomen contraídos. Los brazos deben ir acompasados con el movimiento de las piernas y deben formar un ángulo de 90 grados.
- Como en otros deportes, es bueno calentar antes de la salir a caminar y estirar los músculos una vez se ha acabado la sesión.
- Para una buena zancada, primero hay que apoyar el talón con la punta del pie en el aire, después apoyar la parte de delante y terminar despegando el talón.
- El ejercicio de caminar deprisa debe hacerse tanto en plano como en cuestas y bajadas, pero es mejor cuando ya se lleven unos kilómetros recorridos. Estos obstáculos en la carrera son desafíos para el corazón, los pulmones y los músculos por lo que no debes forzarlos de cero a cien.
- Si eres un corredor que acaba de salir de una lesión, andar rápido es una buena opción para iniciar tu reincorporación al running y la readaptación a la exigencia de este deporte.
- Como toda actividad física, andar te hará alejar el estrés y te relajará.
- Puede practicarse al aire libre o en la cinta de fitness del gimnasio. Los músculos que se trabajarán serán diferentes ya que en uno nosotros somos los que nos movemos en el espacio; y en el otro es la cinta la que se mueve y nosotros quienes mantenemos una velocidad determinada. Hacerlo al aire libre siempre es más agradable y, a nivel de salud, el sol nos proporciona vitamina D y te puedes llevar a tu mascota a dar un paseo o llamar a un amigo. Eso sí, poneos crema solar.
- Caminar de forma intensa trabaja la base aeróbica, lo que favorece la circulación y la tonificación que tanto queremos trabajar en la Operación Bikini.