Qué es un irrigador dental y por qué deberías usar uno
Un irrigador dental es aquel instrumento que aplica un chorro pulsátil de agua u otra solución a presión sobre el margen de la encía y el diente . La irrigación bucal combinada con el cepillado, permite conseguir unos resultados óptimos de limpieza bucal. La clave está en que el chorro de agua puede llegar a esas zonas de la cavidad bucal donde el cepillo no es capaz de hacerlo, de modo que arrastra la placa bacteriana (biofilm bucal) de estas zonas a la vez que estimula las encías. Estas zonas de difícil acceso pueden ser el margen de las encías, el área interdental o la misma superficie de los dientes, sobre todo en dientes posteriores. Así, aplicar una buena irrigación dental ayuda a combatir la aparición de caries, la halitosis (mal aliento), la gingivitis (sangrado e inflamación); facilita la limpieza y cuidado de coronas, implantes dentales, aparatos de ortodoncia, puentes fijos , etc.
Además, no sólo permite obtener estos beneficios sino que proporciona una agradable sensación de limpieza y frescor.
Irrigador Waterpik Traveler WP-300
¡El favorito de los viajeros!
Si te encanta viajar, tu mejor opción es el Irrigador Waterpik Traveler.
Se trata de un irrigador dental eléctrico de tamaño perfecto para que te pueda caber en la maleta sin ocupar demasiado espacio.
Cuenta con un sistema de control de presión de 3 posiciones, un depósito de 400 ml de capacidad; permite una irrigación fácil gracias a la rotación de 360º de todas sus boquillas e incluye un estuche, un adaptador para la corriente y la selección automática de voltaje.
Además, puedes hacerte con los siguientes recambios: boquilla estándar, boquilla ortodóntica, boquilla Seeker para placa inaccesible y limpiador lingual.
Irrigador Waterpik ultra WP-100
¡Éste es el todoterreno de los irrigadores!
Tiene 10 posiciones con distintas presiones para poder elegir la que mejor se adapte a ti. Su uso aporta una agradable sensación de frescura e higiene, reduciendo al mismo tiempo el sangrado de las encías. Cuenta con una capacidad de reserva de 90 segundos y boquillas de rotación de 360º de todos los accesorios.
Irrigador Waterpik clásico WP-70
El irrigador clásico, el primero.
Consiste en uno de los productos dentales más completos para la higiene de la boca.
Éste tiene un depósito transparente de 1000 ml de capacidad, 6 posiciones para controlar la presión del agua, un diseño compacto y está pensado para el uso compartido entre usuarios.
También permite la compra de recambios compatibles: boquilla estándar, boquilla limpiador lingual y boquilla Pik Pocket.
¿Cómo se deben usar los irrigadores dentales?
- Primero de todo, hay que cepillarse bien los dientes y pasarse el hilo dental o los cepillos interproximales. Luego, tenemos que escoger la boquilla que mejor se adapte a nuestras necesidades. Una vez hecho esto, ya podremos proceder a introducir la boquilla en el irrigador y seleccionar un nivel bajo de presión. Seguidamente, ponemos en marcha el irrigador y debemos aplicar el chorro de agua sobre todas las zonas a tratar, en un ángulo de 90 grados hacia los dientes y margen de encías. Para evitar salpicaduras, es recomendable cerrar levemente los labios, sin dificultar que el agua fluya bien por la boca y caiga en el lavamanos. Para ello, también es aconsejable inclinarse hacia la pica y mantener el ángulo de la cabeza perpendicular al torso. Durante su uso, podemos regular la presión en función de nuestras necesidades. Es importante interrumpir el flujo de agua o apagar el irrigador dental antes de sacar la boquilla. Una vez acabado, tendremos que tirar el líquido sobrante y dejar el depósito vacío.
- Preferiblemente, hay que utilizarlo una vez al día pasando por todos los dientes. Si lo deseas, para obtener un resultado aún más refrescante, puedes utilizar el irrigador con enjuague bucal diluido en agua, así como regular la presión de expulsión del agua entre seis módulos.
Ahora que ya lo sabes TODO sobre los irrigadores dentales, ¿a qué esperas para mejorar tu higiene bucal?