La centella asiática es una planta que se utiliza desde la antigüedad como hierba medicinal, de hecho, los antiguos indios masticaban dos hojas al día para evitar el envejecimiento ya que mejora la producción de colágeno, aportando firmeza y elasticidad a la piel.
Pero no todo queda ahí. La centella asiática es un adaptógeno, es decir, un tónico multiusos, capaz de curar una gran variedad de problemas. ¿Quieres descubrir todas sus bondades?
Beneficios
Sedante relaja y por ende ayuda a dormir.
Mejora la circulación de las venas y por consiguiente mejora el aspecto de las varices
Reduce la pesadez de piernas
Estimula el crecimiento del cabello y las uñas.
Es diurética: por lo que es especialmente útil para personas con hipertensión o retención de líquidos.
Mejora la memoria y agudiza la inteligencia.
Se utiliza para tratar el reumatismo, mejorar las capacidades cognitivas y reducir los niveles de azúcar en sangre.
Mejora los problemas capilares como la caspa.
Estimula a la formación de colágeno: reafirma, tonifica y rejuvenece el aspecto de la piel.
Además de todo ello, esta planta medicinal es muy utilizada para curar heridas abiertas de todo tipo que tardan mucho en cicatrizar, ya que disminuye el tamaño de las cicatrices. Su secreto está en las saponinas que son las responsables de la cicatrización y de producir efectos vasculares que disminuyen la producción de colágeno en esa zona, y por eso es especialmente utilizada en injertos y heridas quirúrgicas.
En el mercado puedes encontrar multitud de productos con este compuesto tan beneficioso para nuestro bienestar. Además algunos de ellos incluyen aloe vera, la planta por antonomasia que regenera la piel. Y tú, ¿ya has probado la Centella Asiática? Cuéntanos tu experiencia 😉