Nutrición y dietética
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La leche de yegua es una gran desconocida frente a otras leches animales como la de vaca, de cabra o de oveja. Sin embargo, en los últimos años ha ido ganando adeptos tanto como alimento como producto de cuidado personal.
Propiedades como alimento
La leche de yegua es la más similar a nuestra leche materna. Tiene azúcares naturales que se metabolizan de una manera rápida. La cantidad de grasa es muy poca y, por contra la mayor parte de su composición son aceites Omega6 y Omega3.
Además, tiene un alto contenido en minerales como el calcio, el hierro y el potasio; proteínas y aminoácidos esenciales que son responsables de la construcción de neurotransmisores, e inmunoglobulinas las cuales defienden nuestro organismo detectando y neutralizando agentes extraños y/o dañinos. Destaca también el gran contenido en vitaminas (A, B, C, D, E y K) de la leche de yegua.
Beneficios terapéuticos
La característica distintiva de la leche de yegua es ser un alimento tanto preventivo para la gente sin problemas de salud, como curativo o de alivio para aquellos que sufren determinadas enfermedades.
Por un lado, actúa como prebiótico ayudando al organismo a desarrollar la flora intestinal por lo que es un alimento recomendable para aquellos con colon irritable y digestiones irregulares. Por ese motivo y porque las proteínas de la leche de yegua producen un efecto antiinflamatorio, ayuda a disminuir los efectos de la Enfermedad de Crohn.
Por otro, la lactoferina de la leche de yegua ayuda a absorber el hierro de otros alimentos y a proteger el hígado, por lo que también está indicada para las afecciones del hígado o la cirrosis. Y si se sufre cansancio o una época de mucho estrés, proporciona vitalidad. Es ideal como suplemento energético para deportistas o problemas con el colesterol.
También influye positivamente en personas que están realizando tratamientos de quimioterapia, a aquellas que son intolerantes a la lactosa y a las que sufren depresión. En este caso, la leche de yegua aporta aminoácidos esenciales y con ellos los elementos necesarios para la sintetización de la serotonina, una hormona que está relacionada directamente con las sensaciones de placer y bienestar.
Cuidar la piel con leche de yegua
Además de todos los beneficios como alimento, la leche de yegua también tiene un uso cosmético. Como ingrediente en cremas hidratantes y productos de cuidado para la piel, hidrata, regenera y previene el envejecimiento celular. Los cosméticos realizados con este tipo de leche, ayudan a tratar enfermedades dermatológicas como el acné y la psoriasis.
Curiosidad sobre la leche de yegua
Es un alimento de producción limitada, Sólo se puede ordeñar a las yeguas durante el periodo de lactancia (en torno a unos cinco meses al año y entre 1,5 y 2 litros al día). Por ese motivo, se comercializa liofilizada, es decir, en polvo cosa que permite su conservación durante más de un año.
