¿Qué es la meningitis?
La meningitis aguda es una inflamación de las meninges, la cubierta protectora del cerebro y la médula espinal. La meningitis suele ser infecciosa, causada por un microbio, generalmente un virus o una bacteria, y a veces por un hongo o un parásito. La meningitis puede aparecer a cualquier edad, pero afecta sobre todo a niños y adolescentes. La meningitis es una enfermedad rara pero grave. Por eso, si sospecha que tiene meningitis, es vital que consulte a un médico lo antes posible. En la mayoría de los casos, se dice que la meningitis es aguda, ya que su aparición es súbita y rápida, y dura menos de un mes. Sin embargo, la meningitis crónica es mucho más rara; dura más de un mes y suele estar causada por enfermedades inflamatorias o cancerosas. Puede deberse a una causa infecciosa, sobre todo en personas inmunodeprimidas con meningitis persistente relacionada con el agente de la tuberculosis, o meningitis causada por hongos o parásitos. Existen tres tipos diferentes de meningitis aguda, que provocan la infección del líquido cefalorraquídeo (el líquido que circula entre las meninges):Meningitis víricas. Son las más frecuentes (entre el 70 y el 80% de los casos) y suelen ser benignas, recuperándose incluso espontáneamente. La recuperación se produce sin secuelas al cabo de unos días, aunque los dolores de cabeza pueden persistir durante varias semanas. Generalmente están causadas por virus muy extendidos de la familia de los enterovirus, o los virus de la varicela, el sarampión, el herpes, etc.
Meningitis bacteriana. Más raras, pero mucho más graves, requieren atención médica urgente. La meningitis bacteriana puede estar causada por varias bacterias, como el neumococo (responsable de la mitad de las meningitis bacterianas), el meningococo o una bacteria del género Haemophilus. Mención especial merece el estreptococo del grupo B, pero que representa el 80% de las infecciones en recién nacidos menores de 2 meses. A menudo, las mujeres albergan esta bacteria en las paredes de la vagina (sin presentar síntomas), y a veces los recién nacidos se contaminan durante el parto. Por ello, al final del embarazo se toma una muestra vaginal para comprobar la presencia del estreptococo B y, en caso necesario, iniciar un tratamiento antibiótico adecuado durante el parto.
Meningitis ligadas a cáncer, enfermedades inflamatorias o autoinmunes. Mucho más raras, suelen estar ligadas a un estado de inmunodepresión del paciente.
¿Cuáles son los factores de riesgo y las causas de la meningitis?
Aunque existen ciertos factores de riesgo, es importante recordar que la mayoría de las meningitis se contraen en condiciones de vida normales, sin relación con la hospitalización o un procedimiento médico. Es lo que se conoce como meningitis comunitaria. Se considera que los lactantes, los niños, los adolescentes, los adultos jóvenes, los ancianos y las personas inmunodeprimidas son los más afectados. Vivir en una comunidad cerrada y, sobre todo, estar en contacto con un enfermo de meningitis, son también factores que favorecen la aparición de la enfermedad. Por tanto, algunas personas tienen un mayor riesgo de padecer y contraer meningitis:Los bebés menores de 2 años, los adolescentes y los adultos jóvenes hasta los 25 años aproximadamente.
Los ancianos.
Las personas que viven en comunidades cerradas (internados, cuarteles, etc.).
Personas con un sistema inmunitario debilitado.
Personas en contacto con un enfermo de meningitis (muy contagiosa).
Personas que viven en regiones donde las epidemias de meningitis son frecuentes.
Fumadores y personas expuestas al tabaquismo pasivo.
¿Cuáles son los síntomas y las complicaciones de la meningitis?
Los síntomas de la meningitis se conocen como síndrome meníngeo, y suelen estar asociados a:Fiebre alta.
Mayor sensibilidad a la luz.
Rigidez de nuca.
Dolores de cabeza fuertes.
Náuseas y vómitos.
Fuertes dolores y fatiga extrema.
Complicaciones
En un caso de meningitis vírica sin pérdida de conciencia, la enfermedad evoluciona favorablemente en unos 10 días, pero los médicos están vigilantes ante signos de gravedad (fiebre persistente, signos neurológicos), sobre todo en los casos de meningitis ligada al virus del herpes. En caso de meningitis bacteriana, se recurre al tratamiento antibiótico para evitar cualquier riesgo de complicaciones, en particular confusión mental, crisis epilépticas, coma, etc. A veces, puede producirse la complicación más grave, que es la propagación de la infección por todo el organismo, lo que se conoce como shock séptico con púrpura fulminans. La púrpura fulminans es una urgencia médica. Esta complicación revela la propagación de la bacteria responsable de la meningitis por todo el organismo. La púrpura fulminans suele estar causada por una infección meningocócica. Aparece en la piel del cuerpo en forma de manchas de color rojo violáceo que no desaparecen a la presión y tienden a extenderse. Cuando un niño tiene fiebre alta, es esencial desvestirle completamente para buscar cualquier signo de púrpura fulminans. En este caso, debe llamarse inmediatamente a un servicio médico de urgencias. Por último, puede haber secuelas en la vista (incluida la pérdida de visión), el oído, el habla y el aprendizaje. También puede producirse parálisis o incluso gangrena de las manos o los pies, que puede llevar a la amputación. Desgraciadamente, la meningitis bacteriana sigue siendo mortal en el 10% de los casos a pesar de un tratamiento antibiótico adecuado, y la tasa de personas con secuelas tras una meningitis bacteriana ronda el 30%.¿Cómo se puede prevenir la meningitis?
La meningitis puede prevenirse vacunando bebés desde los 2 meses. Existen varias vacunas, sobre todo contra las bacterias responsables de las meningitis graves: meningococo, neumococo, Haemophilus influenzae tipo B, y como tratamiento preventivo para las personas que han estado en contacto con pacientes con meningitis meningocócica. Estas vacunas se recomiendan desde una edad temprana. Es importante recordar que las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola también previenen la meningitis relacionada con estas enfermedades. Tenga cuidado al viajar, especialmente a África, que se ve afectada regularmente por epidemias de meningococo A. Para los países del norte de Camerún, se recomienda una vacunación adecuada si va a permanecer durante largos periodos o está en estrecho contacto con la población local. También debe tener cuidado al peregrinar a La Meca, ya que se exige un registro de vacunación actualizado contra los serogrupos meningocócicos A, C, Y y W135. Tampoco hay que dejarse una infección otorrinolaringológica, ya que los virus y bacterias que causan la meningitis pueden encontrarse en la garganta o los oídos. Un resfriado no debe durar más de una semana, pero si persiste o empeora, es importante consultar al médico. Por último, en el caso de la meningitis meningocócica, que es contagiosa y a veces mortal, se recomienda un tratamiento preventivo (conocido como profilaxis) en el entorno de la persona que declara la enfermedad. Todas las personas que hayan estado en contacto con el paciente 10 días antes de la aparición de la meningitis meningocócica deben beneficiarse de este tratamiento preventivo especial.¿Cómo se trata la meningitis?
En caso de meningitis vírica benigna, el tratamiento consiste en aliviar los síntomas con reposo y la administración de antifebriles y analgésicos. La meningitis causada por el virus del herpes requiere un tratamiento antivírico específico. Si se sospecha un origen bacteriano, se administran antibióticos por infusión intravenosa durante 10 a 21 días, dependiendo de la bacteria y del estado del paciente. El tratamiento incluye a veces corticoides por su efecto antiinflamatorio. La meningitis induce inmunidad: por tanto, no es útil que una persona que haya padecido meningitis meningocócica se vacune contra el serogrupo que causó la infección. En conclusión, ante un síndrome meníngeo o una sospecha de meningitis, es vital actuar con rapidez. Una meningitis bacteriana que no se trate rápidamente puede provocar la muerte o graves secuelas neurológicas. Se recomienda llamar a urgencias para que puedan orientarnos de la forma más eficaz.*Artículo traducido y adaptado por Seila Cuartero, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.