¿Tienes la manía de hacer crujir tus dedos constantemente? Puede que a ti te resulte placentero estallar los dedos, pero lo cierto es que es una práctica perjudicial para tu salud. Ese simple ‘crac’ causa un desgaste de las articulaciones y también de los tendones y ligamentos que las rodean.
¿Por qué suena así?
Las articulaciones están protegidas mediante cápsulas articulares que contienen un lubricante natural llamado líquido sinovial, necesario para el movimiento de la articulación. Dentro del líquido sinovial hay aire y, al crujir los nudillos, la articulación se coloca en una posición que hace que el espacio entre los huesos aumente y también el volumen de la cápsula sinovial, provocando a su vez que los gases disueltos formen burbujas para ocupar el nuevo espacio creado. Al aplicarle la fuerza a los nudillos, las burbujas formadas explotan rápidamente generando el sonido característico y haciendo que si hay alguien a tu lado se tape los oídos de la grima que le provoca.
Para volver a su estado inicial, los gases necesitan entre 15 y 30 minutos. Son cantidades de gas muy pequeñas para el ruido que hacen. ¿Sabías que cuando se produce un movimiento brusco de los tendones en las articulaciones o el roce de los huesos con el cartílago se produce un sonido similar?
¿Por qué te gusta?
La costumbre puede derivar del placer que supone estimular las terminaciones nerviosas de la zona al estirar las articulaciones. Aunque la mayoría de expertos aseguran que la manía crujirse los dedos responde a un hábito nervioso.
Deberías parar
Seguro que ya lo has oído de la boca de tu madre, crujirse los nudillos no es bueno. No hay muchos estudios sobre este fenómeno pero se cree que posiblemente hacer crujir en exceso los nudillos:
- Podría acabar afectando al cartílago de la zona, generando inestabilidad en la articulación y pérdida de la fuerza.
- Estamos moviendo una articulación que ya tiene más movimientos del que debería tener y aumentamos su desequilibrio.
- Al aumentar ese desequilibrio, crece la necesidad de crujir las articulaciones de nuevo.
El mito de la artritis
Como hemos visto, crujir los nudillos no es un hábito beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, existe la leyenda de que crujirse los dedos provoca artritis (inflamación de las articulaciones de los huesos) aunque no existe a día de hoy ningún estudio científico que la avale. Es más, en 2009 se concedió un premio Ig Nobel (parodia de los premios Nobel otorgados a los trabajos científicos más absurdos) a Donald Unger por llevar 50 años crujiendo solo los nudillos de una de sus manos y demostrar que este gesto no había degenerado en una artritis. Lejos de comedias, lo cierto es que la Universidad de Harvard y la Johns Hopkins también han desmentido la relación entre crujirse los dedos y la artritis.
Como ves, es un hábito que no te aporta ningún beneficio. No conlleva problemas graves de salud pero se recomienda no hacerlo. Tu madre, tus articulaciones y las personas a las que les horroriza ese sonido te lo agradecerán en el alma. Mejor cuida tus manos con los productos de PromoFarma.