Prediabetes: ¿cómo actuar a tiempo?

Escrito por Laura Buades el 18/07/2024

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La prediabetes, asociada a niveles de azúcar en sangre excesivamente elevados, tiene una característica distintiva: es reversible. Es crucial detectarla para evitar el desarrollo irreversible y definitivo de la diabetes de tipo 2.

¿Qué es la prediabetes?

La prediabetes es una afección metabólica que se sitúa entre la normoglucemia y la diabetes de tipo 2. Se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre en ayunas, pero aún no lo suficientemente altos como para considerarse diabetes. Se trata de una señal de alerta temprana de que el organismo no está procesando la glucosa correctamente.

La prediabetes suele asociarse a la resistencia a la insulina, lo que significa que las células no responden eficazmente a la insulina producida por el páncreas. La insulina es una hormona que permite a las células absorber la glucosa (azúcar) de la sangre y utilizarla como fuente de energía. Cuando las células se vuelven resistentes a la insulina, la glucosa se acumula en la sangre, lo que provoca hiperglucemia.

La prediabetes se caracteriza biológicamente por niveles de glucemia en ayunas de entre 1,10 g/l y 1,25 g/l, lo que corresponde a una hiperglucemia moderada.

Prediabetes: ¿cuáles son los síntomas?

Algunas personas con prediabetes pueden experimentar síntomas como fatiga, sed excesiva, micción frecuente o visión borrosa.

En realidad, la prediabetes puede identificarse por la sed persistente. No se preocupe si ha ingerido una comida especialmente salada, si en su lugar de trabajo o en su casa hace mucho calor o en verano, ya que el aumento de la sed es normal en estas situaciones. En cambio, si siente sed excesiva sin motivo aparente, con ganas frecuentes de orinar, esto podría indicar prediabetes.

Por ello, es importante acudir al médico para someterse a revisiones periódicas si se presentan estos síntomas o si existen factores de riesgo como la obesidad, la herencia o un estilo de vida sedentario.

Otros indicadores pueden indicar un posible estadio de prediabetes, como:

  • Tener sobrepeso,

  • Hipertensión arterial,

  • Niveles elevados de colesterol,

  • Malos hábitos alimenticios,

  • Haber tenido un hijo con un peso superior a 4 kg al nacer.

En ausencia de síntomas, la prediabetes sólo se detecta, por término medio, tras diez años de progresión silenciosa. Si la prediabetes no se identifica y trata, puede convertirse en diabetes de tipo 2, una enfermedad crónica que afecta a la capacidad del organismo para regular los niveles de azúcar en sangre, lo que conlleva una serie de complicaciones graves, como enfermedades cardiovasculares, problemas renales, problemas de visión y lesiones nerviosas.

¿Cómo se identifica la prediabetes?

La prueba biológica de referencia para el cribado es el nivel de glucemia en ayunas, que se mide tras un ayuno de 8 horas. Un nivel normal de glucemia en ayunas suele ser inferior a 1,0 g/L. Un nivel de glucemia en ayunas entre 1,0 y 1,25 g/L se considera prediabetes. Un nivel de glucemia en ayunas igual o superior a 1,26 g/L se diagnostica como diabetes de tipo 2.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la prediabetes? 

  • Diversos factores pueden favorecer la aparición de prediabetes, como:

  • Edad superior a 45 años.

  • Un perímetro de cintura superior a 94 cm en los hombres y a 80 cm en las mujeres.  La localización de la grasa en el cuerpo desempeña un papel importante en el riesgo de desarrollar prediabetes. Una acumulación de grasa alrededor de la cintura, las caderas y el abdomen puede indicar resistencia a la insulina, un factor predictivo de una posible prediabetes.

  • Cistitis recurrente. Por supuesto, las causas de la cistitis son múltiples, y esto no significa necesariamente que seas prediabético, pero se da con mucha frecuencia en personas con prediabetes. La orina, rica en azúcares, favorece la proliferación de gérmenes, en particular de las bacterias a menudo responsables de la cistitis: Escherichia coli. El punto clave: si tienes más de 2 brotes de cistitis en un trimestre, debes acudir al médico.

  • Antecedentes familiares de diabetes y, por tanto, herencia familiar: si uno de los progenitores es diabético, el riesgo de desarrollar prediabetes es del 40%, y si ambos están afectados, el riesgo se eleva al 70%. Saber esto significa que puede estar alerta y hacerse las pruebas lo antes posible.

  • Un estilo de vida sedentario: es un tema común en todas las enfermedades crónicas, pero la actividad física regular ayuda a reducir el riesgo de desarrollar prediabetes. Se recomiendan al menos 30 minutos diarios de ejercicio de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta.

¿Qué medidas deben tomarse para evitar el desarrollo de la diabetes? 

  • Afortunadamente, es posible prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes de tipo 2 adoptando un estilo de vida saludable. Estas son algunas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo de desarrollar diabetes, empezando por una actividad física regular y una dieta equilibrada:

  • Caminar al menos 30 minutos al día y aprovechar cualquier oportunidad para moverse (subir escaleras, trabajar en el jardín...).

  • Seguir una dieta equilibrada con al menos 5 frutas y verduras al día, alimentos ricos en almidón (en cada comida y según el apetito), productos lácteos (2 al día para los adultos, de 3 a 4 para los ancianos), carne, pescado o huevos (de 1 a 2 veces al día).

  • Limitar las grasas añadidas, los productos dulces y la sal.

  • Reducir los fritos, los platos precocinados (que contienen grasas y azúcares ocultos) y la bollería.

  • En cuanto a las bebidas, lo mejor es optar por el agua.

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10 recomendaciones contra la prediabetes

1.      Mantener un peso saludable: perder tan sólo entre el 5 y el 10% de su peso corporal puede tener un impacto significativo en sus niveles de azúcar en sangre.

2.      Hacer ejercicio con regularidad: laactividad física ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y a mantener un peso saludable. Intentar hacer al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.

3.      Adoptar una dieta equilibrada: limitar el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y sal. Opte por alimentos ricos en fibra, proteínas magras y carbohidratos complejos. Elegir alimentos frescos y no procesados.

4.      Limitar el consumo de alcohol: el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Limitar su consumo a cantidades moderadas.

5.      Evitar el sedentarismo: no permanecer sentado mucho tiempo. Hacer pausas regulares para moverte y buscar oportunidades para caminar o hacer ejercicio.

6.      Controlar el estrés: el estrés puede contribuir a la resistencia a la insulina. Buscar formas de controlarlo, como la meditación, el yoga u otras actividades relajantes.

7.      Dormir lo suficiente: la falta de sueño puede alterar el equilibrio hormonal del organismo, lo que puede afectar a la regulación del azúcar en sangre. Intentar dormir al menos entre 7 y 8 horas cada noche.

8.      Evitar fumar: fumar es un factor de riesgo de muchas enfermedades, incluida la diabetes tipo 2. Si fumas, plantéate buscar ayuda para dejar de hacerlo.

9.      Consultar regularmente con el médico: comprobar regularmente los niveles de azúcar en sangre y comentar sus riesgos y medidas preventivas.

10.   Educación y apoyo: buscarprogramas de educación diabetológica que ayuden a comprender mejor la enfermedad y a adoptar hábitos de vida saludables. El apoyo de familiares y amigos también puede ser inestimable para ayudar a conseguir sus objetivos.

Es importante tener en cuenta que la prediabetes puede ser asintomática, por lo que es fundamental someterse a revisiones periódicas. Si se está en riesgo o se presentan síntomas, se debe acudir al médico para someterse a un cribado de prediabetes. El médico podrá recomendar pruebas de detección de glucosa en sangre y aportar consejos personalizados sobre lo que se puede hacer para reducir el riesgo.

En conclusión, la prediabetes es una señal de alerta temprana de que el organismo no procesa la glucosa correctamente. Adoptando un estilo de vida saludable, se puede prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes de tipo 2. Consulta a un profesional sanitario para asesoramiento y hacer un seguimiento adaptado.

*Artículo traducido por Laura Buades, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.