Una de las grandes dudas entre las mamás primerizas es cuánto tiempo deben dar el pecho a su hijo. Si te encuentras en este dilema y has oído opiniones de todo tipo entre tus familiares y amistades, tómate unos minutos para profundizar en las ventajas y desventajas de la lactancia materna y de la alimentación del bebé mediante fórmulas.
Lo que dice la OMS
La posición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a la mejor alimentación del bebé es muy clara, decantándose favorablemente por la lactancia materna. Según la OMS, la leche materna contiene todos los nutrientes necesarios que el bebé necesita además de crear un mayor vínculo emocional entre la madre y el hijo. No obstante, para esas mamás que no puedan amamantar a sus hijos se crearon las fórmulas lácteas, que cubren las necesidades nutricionales básicas pero no poseen todas las cualidades de la leche materna.
Ambos tipos de lactancia aportan beneficios a nuestro bebé y se pueden complementar. Si no es posible optar por la lactancia materna, es bueno saber que puedes recurrir a las fórmulas. Veamos a continuación las principales diferencias entre los dos tipos de alimentación de tu bebé.
Apuesta por la lactancia materna si…
Si estás considerando dar el pecho a tu hijo debes conocer todo lo que conlleva más allá de los factores nutricionales e inmunológicos para tu bebé y del vínculo madre e hijo que se crea:
- Éste es uno de los beneficios más importantes de la leche materna, pues ninguna fórmula láctea puede aportar las cualidades inmunes y bioactivas de la leche de la madre que ayudará a tu bebé a prevenir infecciones.
- La leche materna puedes extraerla con un sacaleches y guardarla para dársela más tarde al niño, ya que no pierde cualidades hasta 48h.
- Sin embargo, no todo son ventajas, ya que tienes que vigilar la alimentación y bebidas, ya que todo lo que tomes modificará el sabor de tu leche y no podrás tomar ciertos alimentos como bebidas estimulantes (café, té…), alcohol…
- Dar el pecho implica disponer de mucho tiempo, pues debes estar pendiente de las horas y frecuencias de las tomas, alternar las mamas para estimular la salida de la leche por igual y, si trabajas deberás organizar muy bien tu tiempo y contar con apoyo familiar para administrarle los biberones con la regularidad que requieren.
- A veces puede ser doloroso y causar cierta incomodidad en el pecho de la madre. Piensa que cada cuerpo es distinto, pero los pezones y los senos se inflaman y el niño tiene que aprender a succionar.
- Si la madre necesita tomar medicación, ya sea por una simple gripe o una enfermedad crónica que requiera la toma de medicamentos, deberá pedir consejo a su farmacéutico o médico para saber si debe dejar de dar el pecho porque puede afectar tu leche y, en consecuencia, la salud del bebé.
- Por último, si no eres muy paciente y te cuesta adaptarte a las rutinas, el pecho no sería la mejor solución. Para dar el pecho es necesario ser paciente y perseverante porque no todos los niños se adaptan rápido a la rutina de la lactancia y puede que durante ese periodo de aprendizaje el niño pierda peso, lo que es normal al principio, pero debes estar preparada para estas adversidades.
Todo lo que no conocías de la leche artificial
Si no te preocupa que tu bebé no tome la leche materna o pese a tus buenos deseos no ha sido posible ofrecerle a tu bebé la leche de tu pecho, debes conocer todos los aspectos de alimentar a tu bebé con fórmulas lácteas. Tras más de un siglo de investigaciones para encontrar un perfecto reemplazo de la leche materna cuando la madre no puede ofrecer una lactancia natural, caben destacar todos estos puntos:
- La fórmula láctea es cómoda porque permite a ambos progenitores establecer el vínculo con el bebé y, por tanto, no implica que la madre sea siempre la que lo alimente. Además, los biberones de leche artificial requieren tomas menos frecuentes porque el bebé necesita más tiempo para su digestión, lo que implica no tener que estar tan pendiente de la hora de la leche.
- Si no das el pecho la madre no necesita seguir una dieta especial porque no afectará al bebé.
- Por otro lado, preparar los biberones es un trabajo adicional para los padres, ya que cada vez deberán preparar la leche, lavar el biberón y esterilizarlo antes de cada toma.
- Por último, aunque sea más cómodo que la lactancia materna, las leches artificiales no llevan todas las sustancias inmunológicas ni las hormonas que promueven el crecimiento del niño.
Ahora que ya conoces todo lo que debes saber de la lactancia del bebé, ya puedes elegir por cuál te decantas. Piensa que es posible combinar ambos tipos de lactancia y que muchas madres cuando vuelven a trabajar les resulta más cómodo la combinación de ambas que no seguir una de ellas de forma estricta. No siempre será fácil extraerte la leche con regularidad y la leche artificial puede ser una solución para completar la alimentación de tu hijo si no vas a poder estar siempre en casa para darle el pecho al bebé.