Nuestra salud es nuestro tesoro más preciado, normalmente cuando nos encontramos bien no le damos demasiada importancia, pero si nos falta todo lo demás pierde importancia. Nuestro cuerpo nos agradece que lo cuidemos a diario, pero por desgracia hay problemas que no son visibles y que pueden dañarnos por dentro. Por eso “el mejor ataque es una buena defensa” y conociendo a nuestro enemigo podemos cuidarnos frente a él.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es un lípido muy importante para nuestra salud, normalmente lo vemos como una enemigo, pero en realidad el colesterol es esencial para el buen funcionamiento de nuestras células, entre sus funciones biológicas está la de formar parte de la estructura de las células, ser precursor de la vitamina D y así ayudar en el metabolismo del calcio, o también ser precursor de las hormonas sexuales, entre otras funciones también muy importantes.
El problema llega cuando tenemos un exceso de colesterol y entonces se convierte en un factor de riesgo cardiovascular y juega en contra de nuestra salud. Si tenemos demasiado colesterol en sangre, es decir una colesterolemia elevada, aumenta nuestro riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Niveles normales de colesterol
Actualmente los niveles normales de colesterolemia son de 120-200mg/dL. Cuando están por encima de 200mg/dL se habla de hipercolesterolemia.
Hay distintos hábitos saludables que podemos seguir para prevenir o bajar estos niveles de colesterol en sangre. Seguir una dieta baja en grasas saturadas, nos ayudará a bajar los niveles de colesterol. Además si practicamos deporte aeróbico obtendremos una doble ventaja: bajaremos los niveles de LDL, el llamado colesterol malo, y subiremos los niveles de HDL, el colesterol bueno.
¿Por qué hay un colesterol bueno y uno malo?
La distinción es debida a sus distintas funciones:
El LDL, colesterol de baja densidad o, más popularmente conocido, como colesterol malo, es el colesterol encargado de transportar el colesterol nuevo del hígado al corriente sanguíneo, así que hace más fácil que se acumule en las arterias y dé problemas.
El HDL, colesterol bueno o de alta densidad, es el encargado de transportar el colesterol nuevo des del torrente sanguíneo al hígado para almacenarlo o hacía las vesículas biliares para excretarlo.
Cuidar tus niveles de colesterol no se nota por fuera pero sí por dentro, tu corazón te lo agradecerá.