¿Qué hacer en caso de deshidratación?

Escrito por Laura Buades el 25/08/2023

vaso de agua

¿Sabías que el agua es el principal constituyente del cuerpo humano y que representa el 60% de la masa corporal de un adulto bien hidratado? Sin embargo, este contenido total de agua puede variar en función de la complexión, la edad y el ejercicio físico de cada persona. Esenciales para el buen funcionamiento del organismo, la falta de agua y de sales minerales puede provocar deshidratación y tener graves consecuencias, sobre todo para las personas más vulnerables. ¿Cómo reconocer una deshidratación y ponerle remedio rápidamente?

¿Cuáles son los signos de deshidratación?

El organismo no es capaz de almacenar agua en grandes cantidades, ya que la elimina constantemente a través de la orina, la respiración y, sobre todo, la transpiración. Para mantener el organismo en buen estado de salud, las pérdidas de agua deben compensarse siempre con la correspondiente ingesta a través de alimentos y bebidas.

¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación? Para responder a esta pregunta, debemos distinguir entre 3 categorías de personas:

  • niños y adultos.

  • personas mayores.

  • lactantes menores de 2 años.

Deshidratación en niños y adultos

Los primeros signos de deshidratación en niños y adultos son :

  • sensación de sed.

  • labios secos.

  • ligera pérdida de peso (menos del 5% del peso corporal).

  • fatiga anormal e intensa.

La deshidratación grave se produce cuando la pérdida de peso supera el 5% del peso corporal total. Por encima del 10%, puede verse comprometido el correcto funcionamiento de órganos vitales (corazón, vasos sanguíneos, hígado, cerebro, etc.).

La deshidratación grave va acompañada de diversos síntomas como :

  • sed intensa

  • boca y lengua secas

  • una mirada apagada con las cuencas de los ojos hundidas

  • la aparición de un pliegue cutáneo, es decir, cuando la piel se pellizca, tarda mucho tiempo en volver a su aspecto original y conserva la marca del pliegue

  • piel seca, fría y a menudo pálida

  • fiebre

  • pequeñas cantidades de orina muy oscura

  • dolores de cabeza

  • desorientación y mareos, que pueden llegar incluso a trastornos de la conciencia y malestar general

  • también puede observarse un cambio de comportamiento (agitación o debilidad extrema).

Deshidratación en personas mayores

En las personas mayores, la sensación de sed suele ser tardía y poco acusada, lo que puede provocar una deshidratación rápida y grave. Esto puede observarse en :

  • pérdida de apetito.

  • cansancio y/o somnolencia inusual.

  • fiebre baja.

Hay que compensar muy rápidamente con una ingesta de agua adecuada.

Deshidratación en lactantes menores de 2 años

Es en los lactantes la pérdida de agua puede ser más rápida y, por tanto, más grave, alcanzando el 15% muy rápidamente, sobre todo en los menores de 6 meses.
Por lo tanto, debemos estar muy atentos y consultar inmediatamente a un médico si presenta los siguientes signos y síntomas:

  • niño anormalmente apático, duerme mucho, le cuesta despertarse

  • comportamiento inusual.

  • piel pálida con ojeras.

  • respiración acelerada.

  • pérdida de peso superior al 5%.

¿Cuáles son las principales causas de deshidratación?

La deshidratación puede producirse cuando las pérdidas de agua son excesivas y no se compensan con la ingesta recomendada de agua, en particular:

  • tras diarreas graves o vómitos repetidos, por ejemplo, gastroenteritis

  • sudoración excesiva (por calor, esfuerzo físico prolongado, etc.)

  • tras un episodio de fiebre, especialmente en niños y personas mayores

  • consumo excesivo de alcohol, que tiene un efecto diurético, o de laxantes utilizados para tratar el estreñimiento, que aumentan la producción de orina

  • en presencia de ciertas enfermedades crónicas como la diabetes, especialmente cuando está mal controlada

  • tras quemaduras o quemaduras solares graves

  • cuando las ingestas de agua y minerales son insuficientes y no compensan las pérdidas.

En todas estas situaciones, por tanto, es necesario vigilar los signos y síntomas de deshidratación, sobre todo en lactantes, niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores.

¿Cómo rehidratarse rápidamente?

Es el consumo de agua sin gas el que asegura una buena hidratación del organismo a diario, ya que necesita entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
Para garantizar una absorción óptima, se recomienda beber pequeñas cantidades a lo largo del día y no esperar a tener sed para hidratarse.

Plan para ayudar a beber con regularidad:

  • 2 vasos con cada comida, equivalentes a 400ml, mañana, mediodía y noche.

  • 2 vasos por la mañana.

  • 2 vasos por la tarde.

  • Ingestas adicionales, si fuera necesario.

También podemos optar por añadir tés o infusiones, agua con gas, alimentos ricos en agua (tomate, melón, pepino, brocoli, etc.), zumos de fruta fresca, verduras, sopas, etc.

Además, es aconsejable refrescarse con regularidad, si es posible mediante duchas frías muy cortas para bajar la temperatura corporal, o utilizando nebulizadores para las zonas expuestas, sobre todo la cara.

Del mismo modo, es importante ajustar la ingesta de agua cuando se está enfermo o siguiendo un tratamiento específico (por ejemplo para la hipertensión, antiinflamatorios o antidepresivos).

Por último, no olvides compensar las pérdidas de agua por transpiración durante el verano y las épocas de calor bebiendo más de lo habitual.

En resumen, es importante mantenerse hidratado durante todo el día, sin esperar a tener sed, para satisfacer las necesidades del organismo y compensar la pérdida de agua. La deshidratación tiene muchas causas, que pueden variar en función de la fragilidad de la persona afectada, y a menudo requiere atención médica o incluso hospitalización. A parte del agua existe algunos complementos alimenticios que pueden ayudan a rehidratar y aportar sales y minerales.

Artículo traducido y adaptado por Laura Buades, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.