Vuelve septiembre y, para los niños, el inicio del nuevo curso escolar puede resultar difícil tras las largas vacaciones. Con un ritmo de vida a menudo alborotado, llenarse de vitaminas es esencial para ayudar a los niños a hacer la transición sin problemas y prepararse para el otoño. Pero, ¿sabes cómo preparar el nuevo curso escolar y qué complementos alimenticios y vitaminas pueden echarles una mano?
¿Qué beneficios aportan los suplementos y las vitaminas a los niños en la vuelta al cole?
Los complementos alimenticios pueden ser muy útiles para preparar a los niños para el nuevo curso escolar. Aportan una serie de vitaminas y minerales esenciales para suplir las carencias y reducir el cansancio. Estos micronutrientes desempeñan un papel crucial en el bienestar de los niños. Por ejemplo, la vitamina C y el magnesio ayudan a reducir la fatiga, el hierro favorece funciones cognitivas como la memoria y la concentración, y la vitamina D contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
La conveniencia o no de dar vitaminas a tu hijo depende ante todo de su estilo de vida. En teoría, un niño tiene todo lo que necesita en su plato y sus horas de sueño le permiten estar en plena forma.
En realidad, los niños pueden enfrentarse a un ritmo de vida exigente. Algunos tienen dificultades para conciliar el sueño, se despiertan por la noche o les cuesta levantarse por la mañana. Otros son quisquillosos con la comida, la mordisquean o se niegan a comer en el comedor.
En estos casos, pueden producirse carencias de vitaminas y nutrientes, por lo que es aconsejable intervenir. Las vitaminas, los minerales y los ácidos grasos esenciales, que el organismo no produce, son esenciales para el funcionamiento normal de los niños e influyen en el sistema inmunitario. La fatiga asociada a las carencias puede debilitar el sistema inmunitario, haciendo al niño más vulnerable a infecciones como las otorrinolaringológicas o la gastroenteritis.
Como en el caso de los padres, la ingesta de vitaminas debe controlarse para evitar el riesgo de carencias, pero también de sobredosis. Algunas vitaminas en exceso pueden causar problemas. Por ejemplo, un exceso de vitamina C puede provocar cólicos renales, y un exceso de vitamina A puede afectar al hígado. Aunque la vitamina D es beneficiosa para los huesos, también puede provocar trastornos óseos si se toma en exceso. Por eso es importante elegir suplementos especialmente formulados para niños y consultar al médico o al farmacéutico en caso de duda.
¿A qué edad se pueden empezar a tomar complementos alimenticios?
Ni que decir tiene que una dieta variada y equilibrada, combinada con un estilo de vida saludable, permite alcanzar de forma natural la ingesta diaria recomendada. Sin embargo, cuando se piensa en dar un suplemento vitamínico a un niño, es vital que se adapte a su edad.
No hay un límite de edad fijo para administrar suplementos de vitaminas y minerales. Por ejemplo, los recién nacidos alimentados con leche materna necesitan suplementos de vitamina D para cubrir sus necesidades, mientras que los alimentados con leche artificial suelen recibir vitamina K1 al nacer.
La necesidad de un suplemento depende principalmente de la calidad de la dieta del niño. Una dieta variada, que incluya proteínas, verduras y fruta, debería cubrir normalmente todas las necesidades de vitaminas y minerales para un desarrollo óptimo. Sin embargo, en casos especiales, como el inicio de un nuevo curso escolar, puede ser necesario un suplemento multivitamínico durante un periodo de entre 3 semanas y 1 mes.
Aunque no existe una edad mínima para tomar complementos vitamínicos, es fundamental respetar las edades recomendadas por el fabricante para cada producto que deben estar perfectamente adaptadas al niño. En caso de duda, pida consejo a su pediatra o farmacéutico.
Tratamiento vitamínico para niños: ¿cómo se hace?
Lo primero en lo que hay que pensar es en los probióticos para niños.
A menudo pensamos en los probióticos para adultos, pero ofrecérselos a los niños es igual de beneficioso. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades suficientes, pueden mejorar la salud protegiendo al huésped contra las infecciones, sobre todo las del aparato digestivo. La microbiota intestinal, compuesta por bacterias y microorganismos que viven en simbiosis con nuestro organismo, forma una barrera protectora en la mucosa intestinal que nos resguarda de innumerables agentes patógenos.
Para los niños, los probióticos suelen presentarse en forma de gotas o sobres. Pueden disolverse en el biberón, en una compota de frutas o en un poco de agua. No es necesario enmascarar el sabor, que es agradable, neutro y ligeramente dulce.
Tenga cuidado de no añadir probióticos a una bebida caliente (por encima de 37°C) para evitar que se desnaturalicen, y evite mezclarlos en un volumen demasiado grande de líquido por si su hijo no lo consume todo.
Hierro
El hierro es esencial para la producción de glóbulos rojos. La leche de crecimiento para niños menores de 3 años proporciona una cantidad adecuada de hierro. A partir de esa edad, el aporte de hierro debe provenir principalmente de los alimentos.
El hierro se encuentra principalmente en la carne y el pescado. A los niños con poco apetito también se les pueden ofrecer lentejas, hígado o morcilla, aunque estos alimentos no figuran entre los favoritos de los niños pequeños. Si un niño muestra signos de cansancio excesivo, respiración acelerada o palidez (en las conjuntivas de los ojos o las encías), un médico o pediatra puede recomendar un análisis de sangre.
En este caso, puede considerarse la administración de suplementos de hierro adaptados a la edad del niño, utilizando complementos alimenticios adecuados.
Vitamina C
La vitamina C es sin duda la más conocida de todas las vitaminas, y pensamos naturalmente en las naranjas, las clementinas y los kiwis, frutas de temporada en invierno.
Desempeña un papel crucial en varios procesos, como el mantenimiento de la vitalidad y el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
La vitamina C se encuentra en muchos complementos dietéticos para niños, a menudo combinada con ingredientes beneficiosos para el sistema inmunitario, como el propóleo, la jalea real o la equinácea.
Vitamina D
En el mercado existen varios suplementos de vitamina D, algunos con receta y otros de venta libre. La mayoría de los suplementos de vitamina D para niños se presentan en forma líquida. En todos los casos, es imprescindible consultar al médico o al farmacéutico antes de administrar vitamina D a un niño.
La vitamina D es esencial para la fijación del calcio en los huesos, lo que es especialmente importante en los niños a medida que sus huesos crecen. También desempeña un papel clave en el buen funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda a reducir la fatiga.
La vitamina D se encuentra de forma natural en el aceite de hígado de bacalao, el hígado y la yema de huevo, aunque no siempre es fácil dárselos a los niños.
Muchos suplementos dietéticos para niños contienen vitamina D. Al ser una vitamina liposoluble, se absorbe mejor si se toma con una comida rica en grasas. No provoca excitación ni trastornos del sueño, por lo que puede tomarse por la noche, ya sea pura, en un trozo de pan o mezclada en un yogur.
Vitamina A
Además de las vitaminas C y D, la vitamina A también es esencial para los niños al comienzo del nuevo curso escolar. Esta vitamina liposoluble, también llamada retinol, se sintetiza a partir de unas moléculas llamadas betacarotenos, presentes en algunos alimentos.
En bebés y niños pequeños, la vitamina A interviene en el sistema inmunitario y ayuda a prevenir infecciones. También ayuda a mantener la piel y los huesos, favoreciendo un crecimiento sano. La vitamina A también es importante para la vista: una carencia puede provocar problemas oculares, e incluso ceguera en los casos más graves.
La vitamina A se encuentra en la carne, el pescado, los productos lácteos y los huevos. Los betacarotenos se encuentran en alimentos como los boniatos y las zanahorias.
Magnesio
El magnesio contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso. Alimentos como las almendras, las avellanas y el chocolate pueden ser beneficiosos para los niños.
Dormir
Dormir es esencial, sobre todo para los niños. Al empezar el nuevo curso escolar, el cambio de ritmo puede cansarles aún más, por lo que es importante asegurarse de que duermen lo suficiente para garantizar su bienestar físico. Existen muchos productos, como la valeriana y el azahar, que ayudan a dormir bien incluso a los más pequeños.
Nuestros consejos para animar a sus hijos a comer vitaminas:
Pídeles que elijan verduras de una minilista de temporada y que te ayuden a cocinarlas.
Juega con las texturas y los colores (puré de patatas, verde y naranja...).
Ofrece verduras mixtas en sopa o salsa para cubrir y sazonar los alimentos ricos en almidón.
Sirve las verduras crudas en forma de tablas de aperitivo (como en verano) cortadas en bastones finos con una salsa a base de queso fresco o yogur.
Mezcla fruta troceada con yogur. Cuidado, los zumos de fruta suelen haber perdido la mayoría de sus vitaminas.