¿Sabías que al menos el 65% de tu cuerpo está formado por agua? Mientras que dos tercios de nuestra agua se encuentra en los tejidos, el resto está moviéndose entre las células y los vasos sanguíneos. Un potente sistema de presión trabaja para mantener este equilibrio entre nuestros tejidos y el conjunto de nuestro organismo. Cuando se desequilibra, el agua se filtra en los tejidos y queda atrapada: es lo que se conoce como retención de líquidos.
¿Qué es la retención de líquidos?
La retención de líquidos es la acumulación excesiva de agua en el organismo. El cuerpo retiene más agua de la que elimina. Esta afección, que afecta sobre todo a las mujeres, se manifiesta con hinchazón depiernas, pies, tobillos y pantorrillas. También puede afectar a otras partes del cuerpo, como el estómago, los senos y la cara. Si la retención de líquidos afecta al organismo, suele ir acompañada de un aumento de peso debido al exceso de agua atrapada en los tejidos.
La retención de líquidos también se denomina edema. La presencia de edema significa que el organismo ya no es capaz de mantener el equilibrio hídrico entre los líquidos ingeridos a través de bebidas y alimentos, y los excretados a través de la orina y la transpiración. Esto se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos y a una mala circulación linfática entre la sangre y los tejidos. Como resultado, el agua se escapa a los tejidos circundantes donde queda atrapada, creando lo que se conoce como retención de líquidos.
¿Qué causa la retención de líquidos?
Se han identificado varias causas como responsables de la retención de líquidos:
Estar de pie o sentado durante mucho tiempo provoca estasis de líquidos en el organismo.
Calor, porque provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y la filtración de agua a los tejidos.
Una dieta demasiado rica en sal.
Demasiado azúcar.
Muy poca proteína.
Fluctuaciones hormonales relacionadas con el ciclo menstrual y la menopausia.
La presencia de edema, que esfrecuente durante el embarazo.
Medicamentos como los corticosteroides y patologías que afectan a los riñones.
¿Cuáles son los síntomas de la retención de líquidos?
La primera consecuencia de la retención de líquidos es la aparición de hinchazón en la zona afectada. Otros síntomas pueden ser decoloración de la piel, aumento de la temperatura corporal, entumecimiento o rigidez limitada a la parte afectada del cuerpo. La retención de líquidos también puede provocar cambios de peso. Estas sensaciones suelen ser temporales y desaparecen rápidamente con un tratamiento adecuado.
¿Cómo tratar rápidamente la retención de líquidos?
Para combatir la retención de líquidos, se recomienda adoptar un estilo de vida saludable siguiendo una dieta equilibrada y bebiendo mucha agua. Es un error común pensar que hay que limitar la ingesta de agua. Al contrario, hay que beber más de lo habitual para favorecer la eliminación de líquidos. Por tanto, el agua es esencial, sin olvidar las tisanas con propiedades drenantes, especialmente útiles en caso de retención de líquidos.
El zumo de limón es ungran aliado. Tiene una acción drenante y actúa como desintoxicante. Recomendamos añadir 2 cucharadas de zumo de limón puro a una taza de agua caliente, sin azúcar o con un poco de miel, y beber una taza al día.
Las técnicas de masaje, el drenaje linfático y los complementos alimenticiosa base de plantas también son muy eficaces para combatir la retención de líquidos.
6 consejos para evitar la retención de líquidos
1. Moverse y evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado
Poner las piernas en movimiento es esencial. ¿Cómo hacerlo? Con movimientos sencillos repetidos 3 o 4 veces al día: dar patadas con las piernas, flexiones, saltos. Además, realizar alguna actividad física al menos 2 veces por semana, como caminar, nadar o ir en bicicleta. Al sentarse, preferiblemente no cruzar las piernas para permitir que la sangre circule.
2. Acabar con las ideas preconcebidas: hay que beber agua
En caso de retención de líquidos, hay que beber como de costumbre, o incluso más si se está en una región calurosa, para mantener las funciones de eliminación de los riñones. Las infusiones son una buena forma de dar sabor al agua, al igual que los complementos alimenticios que pueden diluirse paraestimular la función renal y hepática. Y no olvides el zumo de limón, que es excelente para combatir la retención de líquidos.
3. Masajes
Incluso un masaje superficial con un producto a base de compuestos venotónicos con efecto frío (gracias a la presencia de mentol) alivia instantáneamente el dolor de piernas pesadas. Mientras que el efecto fresco ayuda a descongestionar el edema, el masaje desde el tobillo hasta el muslo activa la circulación y mejora el retorno venoso. También se puede masajear el vientre si se produce retención de líquidos en esa zona.
Por último, el masaje linfático (o drenaje), realizado por un fisioterapeuta, es especialmente eficaz para eliminar la retención de líquidos. Otras técnicas como la presoterapia o el uso de medias de compresión también pueden dar muy buenos resultados. Se recomienda consultar con un profesional sanitario.
4. Reducir el consumo de sal
Por su capacidad para retener agua, el exceso de sal puede favorecer la retención de líquidos, sobre todo si no se bebe lo suficiente. Tenderá a "almacenar reservas de agua" para el organismo. Y, por supuesto, no se trata sólo de la sal de mesa, sino también de los alimentos procesados y de ciertos condimentos o verduras enlatadas. Incluir pomelo, piña, calabacín, alcachofa, apio, pepino y frutos rojo en la dieta puede ayudar por sus conocidas propiedades drenantes.
5. Incluir proteína en la dieta
El fenómeno de la retención de líquidos también puede estar relacionado con una "alteración del organismo", en particular con una falta de ingesta de proteínas. Una carencia de proteínas puede provocar una disminución de la producción de albúmina. Al no haber suficiente albúmina en el torrente sanguíneo, el agua que debe retener se escapa hacia los tejidos, provocando la retención. Para evitarlo, opta por proteínas procedentes de carnes blancas y pescados, así como proteínas vegetales como por ejemplo el tofu.
6. Centrarse en las plantas
Los complementos alimenticios y la fitoterapia, a base de plantas drenantes ricas en potasio como el fresno o el ortosifón, son soluciones eficaces y se utilizan a menudo para tratar la retención de líquidos. La bardana tiene propiedades drenantes, sudoríficas, depurativas y desintoxicantes. Sin embargo, muchas plantas tienen propiedades drenantes, como la correhuela, el diente de león, la pilosella, el té verde, la ulmaria y el tallo de cereza. Son aún más eficaces cuando se combinan con plantas venotónicas que protegen las venas, como la vid roja, el castaño de indias, el acebo y el trébol de olor. Estos complementos alimenticios pueden tomarse de diversas formas, pero son preferibles las formas bebibles, ya que requieren beber un poco más cada día.
La retención de líquidos puede controlarse eficazmente con una combinación de cambios en el estilo de vida y tratamientos adecuados a su situación. Un enfoque holístico que incluya un ajuste de la dieta, una buena hidratación y ejercicio regular es esencial para tratar y prevenir la retención de líquidos. Siguiendo estos consejos, podrás reducir las molestias asociadas a la hinchazón y mejorar tu bienestar general. Sin embargo, si la retención de líquidos es repentina y causa un dolor importante, es esencial consultar con un profesional sanitario.
Artículo traducido y adaptado por Laura Buades, redactado originalmente en francés por Sandrine Nail-Billaud.