Hay muchos tipos de cabello y hay muchas formas de quererlos y adorarlos. Una de ellas es: Lavar el cabello como lo merece. ¿Y cómo es esto? Básicamente, se trataría de identificar qué se aconseja para nuestro tipo de cabello. Esto incluiría desde los productos que mejor funcionan hasta la rutina de lavado, es decir, pre-lavado, lavado y post-lavado. Seguir una rutina de lavado acorde a nuestro tipo de cabello, ayudará a tenerlo más sano, más feliz y por qué no decirlo: ¡A tener pelazo!
Pre-lavado
Las rutinas de pre-lavado consisten en: Mascarilla exfoliante, hidratación extra y cepillado. Y no, no tenemos que incluir estos tres pasos en nuestra rutina, tenemos que saber cuál es la necesidad de nuestro cabello y elegir el que más nos encaja.
Cabellos grasos. En este tipo de cabello se recomienda utilizar una mascarilla exfoliante, que podría sustituirse por un champú con sal. Esto ayuda a purificar el cuero cabelludo y a mantener el cabello limpio durante más tiempo.
Cabellos secos. Cabellos frágiles, teñidos… ¡Es vuestro momento! Este tipo de pelo suele ser más frágil y quebradizo y utilizar una mascarilla nutritiva aportará un extra de nutrición que ayudará a minimizar la rotura.
Para todo tipo de cabello: El cepillado. Es el paso que ningún cabello debería saltarse. Eso sí, cuando hablamos de cepillar nos referimos a empezar por las puntas con suavidad y luego ir subiendo. Al cepillar exfoliamos el cuero cabelludo y estimulamos la circulación sanguínea que ayuda a la nutrición capilar.
Lavado
Hay muchas teorías alrededor del lavado. ¿Cuántas veces hay que utilizar el champú? ¿Cuánto tiempo hay que dejar la mascarilla? Para no tener dudas, este es nuestro paso a paso para un lavado capilar nivel experto:
Humedecer el cabello con agua tibia. Es decir, no es necesario utilizar agua con temperatura magma volcánico, ni temperatura ártica, algo intermedio está bien.
Champú. Dosificar en la palma de la mano alrededor de una cucharadita de champú para cabello corto o dos para cabello largo y masajear en las manos hasta que emulsione.
Aplicar sobre el cabello, pero no en todo el cabello. Hay que aplicar el champú sobre la raíz y dejar que caiga hacia al resto del cabello de manera natural y sin incidir ni arrastrar el producto con las manos. ¿Por qué hacer esto? Porque la raíz del cabello es la que suele acumular más suciedad y, por tanto, es la que tiende a engrasarse. El resto del cabello, y en especial, las puntas, no acumulan suciedad y, de hecho, suelen estar más secas, así que no es necesario limpiarlas con tanta profundidad.
Aplicación del producto: ¿Cómo tiene que ser la limpieza? Se recomienda masajear el champú con las yemas de los dedos sobre el cuero cabelludo durante unos minutos y aclarar. Con dos pasadas de champú sería suficiente. La primera serviría para limpiar el cabello y la segunda para masajear y estimular la circulación del cuero cabelludo, además, de dar un extra de limpieza.
Vale, ya hemos retirado el champú, ahora hay que hidratar el cabello. ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo? Utilizando un acondicionador o mascarilla sobre medios y puntas y nunca sobre la raíz. Además, una vez aplicada la hidratación, se recomienda recoger el cabello en la coronilla para evitar que los productos que estamos usando en el cabello penetren en la piel y obstruyan el poro.
Y llegamos a uno de los pasos finales: El aclarado. Es importante aclarar con agua tibia, evitando abusar del agua caliente y retirando bien todo el producto. Una vez retirado el exceso acabaremos el aclarado con agua fría. ¿Por qué? El agua fría ayuda a potenciar el brillo natural del cabello, cerrar las cutículas (capa exterior de la fibra capilar) y prevenir que el cuero cabelludo se engrase.
En este punto del proceso también es recomendable saber cuál es nuestro tipo de cabello y en qué momento está, por ejemplo, después de un tinte el cabello suele estar más seco. Si tenemos en cuenta estos dos factores podremos elegir qué tipo de productos son mejores para nuestro cabello.
Los cabellos grasos tienden a acumular más grasa en la raíz y sequedad en las puntas. Por tanto, si tu cabello es de este tipo, debes tener especial cuidado durante el pre-lavado y el lavado. La recomendación siempre es limpiar muy bien la raíz e hidratar con la misma atención las puntas. Aquí puedes elegir algunos champús que se adaptan mejor a la rutina para cabellos grasos.
Los cabellos secos tienden a necesitar un extra de nutrición. En este caso, debemos realizar un pre-lavado con una mascarilla que aporte un extra de nutrición a las puntas y acabar con un aceite para el pelo nutritivo para devolver vitalidad al cabello, sobre todo, si hemos utilizado aparatos con calor como secadores o planchas.
Cabellos teñidos. Se engloban dentro de los cabellos secos, y son, por lo general, cabellos dañados y, por tanto, con tendencia a padecer “el mal de la sequedad”. Estos cabellos suelen seguir una rutina similar, pero si quieres saber más sobre ellos no te puedes perder este post sobre cómo cuidar el cabello teñido.
Post-Lavado
Y por último, el secado. ¿Cuál es la forma correcta de secar el cabello? Últimamente, y gracias a las redes, está naciendo un “no” a la toalla de felpa y esto tiene una razón. El cabello mojado es más frágil y suele romperse con más facilidad. Últimamente, se ha puesto de moda usar toallas de microfibra para retirar la humedad del cabello. Y es que las toallas de microfibra tienen una capacidad de absorción muy alta y además, son más suaves, por tanto, son mejores para secar el cabello.
También es importante recurrir a productos específicos para el peinado posterior. Por un lado, un spray que ayude a desenredar y peinar el cabello. Y por otro, si vamos a utilizar aparatos con calor, es muy necesario utilizar protectores de calor, para que el exceso de calor no deshidrate el cabello y, por tanto, no se rompa con facilidad. Y si esto del protector térmico te suena complejo, aquí tienes toda la info para convertirlo en tu bestie.
Además, una vez secado, podemos aplicar unas gotitas de aceite para, por un lado, rehidratar el cabello y por otro, fijar el peinado. Este paso sería especialmente necesario si hemos utilizado productos con calor y un paso que agradecerán todos los tipos de cabello.
Cómo veis, hay mucha ciencia detrás del cuidado del cabello y esperamos que con este artículo os haya quedado todo mucho más claro. ¿Cuál es vuestra rutina ideal? ¿Algún truco que no hayamos mencionado? ¡Compartamos tips beauty! ¡Nos leemos!