Estas soluciones acuosas no contienen conservantes adicionales y pueden llegar a aliviar la sintomatología de algunas dolencias oculares leves, como episodios alérgicos e infecciosos. Limpian, aclaran y protegen la superficie ocular interna y externa, desde la córnea hasta los párpados y pestañas. Es imprescindible conservar bien el producto y desecharlo cuando haya transcurrido el tiempo señalado en el envase. Se recomienda visitar a un médico si existiera algún problema ocular y usar estas soluciones fisiológicas como complemento al tratamiento prescrito por el especialista.