Los complementos alimenticios para el control de peso son una ayuda para conseguir unos hábitos más saludables y acompañar este proceso de pérdida o mantenimiento del peso. Pero no podemos perder nunca de vista que mantener un peso saludable se basa en dos grandes pilares: una dieta equilibrada (si es necesario seguir una dieta restrictiva o hipocalórica, recuerda que la tiene que pautar tu médico/a o nutricionista) y un estilo de vida activo que incluya el ejercicio físico, adaptado a cada persona y sus posibilidades.
También es necesario realizar una correcta evaluación de los antecedentes de enfermedades y otros indicadores del estado de salud. Y, por supuesto, llevar a cabo una supervisión del proceso. Todo ello a fin de evitar carencias nutricionales y el temido efecto rebote. La salud prevalece siempre respecto a la cuestión estética.
Como decíamos, existen complementos alimenticios que apoyan esta pérdida de peso, sin sustituir una dieta sana y equilibrada. Algunos se basan en ingredientes ricos en fibras, con efecto saciante si los tomamos con agua, y que a la vez reducen la absorción intestinal de parte de los nutrientes (de naturaleza grasa o glucídica). Si tomas medicación, recuerda que hay que distanciar la toma del complemento de la de la medicación, para que no haya interferencia. Por otro lado, los ingredientes termogénicos estimulan el metabolismo de las grasas (lipólisis), para contribuir así a evitar su excesiva acumulación en el tejido graso.
Otros ingredientes como algunos probióticos ayudan a mantener una microbiota intestinal sana y bien proporcionada, otro aspecto fundamental que influye en el peso. Extractos de plantas con propiedades diuréticas y depurativas dan soporte a los órganos que eliminan los desechos del metabolismo. En un mismo complemento alimenticio podemos encontrar varios ingredientes que trabajan de forma conjunta.
Con respecto a los batidos, snacks u otras preparaciones sustitutivas de comidas, sirven para llevar a cabo un plan dietético con aporte calórico y de nutrientes/micronutrientes más controlado (en el contexto de una dieta hipocalórica). Contienen proteínas de alto valor biológico para evitar la pérdida de masa muscular, que es precisamente la que queremos mantener y potenciar en cualquier etapa de la vida. Junto a los productos sustitutivos, soy partidaria de incorporar también alimentos frescos y de temporada, y llevar a cabo una dieta mixta. De esta manera, estaremos reforzando buenos hábitos en la elección de alimentos y planificación de las comidas, un aprendizaje que podremos mantener a largo plazo.
La Dieta Mediterránea es una fuente de inspiración y la mejor guía en este sentido. Pero, como siempre, habrá que individualizar la pauta caso a caso y con ayuda profesional.
Así mismo, aconsejo contar con apoyo psicológico para identificar pensamientos y emocionales condicionantes que estén influyendo en nuestra conducta alimentaria. Nutrirse bien necesita tiempo y conocimiento para adquirir hábitos saludables. Merece invertir en ello, porque es la base de nuestro bienestar. Desconfía siempre de soluciones muy rápidas o milagrosas para alcanzar un peso saludable. Pueden comprometer tu salud.