El chitosán es un fármaco muy común en periodos de dieta porque ayuda a perder peso y tiene otras muchas cualidades que nos pueden servir cuando estamos tratando de cuidar nuestra silueta, como por ejemplo:
- Disminuye el colesterol
- Inhibe la acumulación de grasa
- Previene el aumento de peso
- Tiene un fuerte efecto adelgazante
- Favorece un correcto tránsito intestinal.
El principio activo de este producto es el quitosano, un biopolímero que se encuentra en los caparazones y conchas de crustáceos. Al ser un compuesto natural derivado de origen marino, al ingerirla con agua, se hincha actuando a modo de red, reduciendo la absorción de grasa de los alimentos que ingerimos. Esto hace que el aporte calórico de la grasa que ingerimos sea nulo.
Chitosán Vegetal vs Chitosán Marino
Entonces, y si partimos del punto de que el chitosán se crea a partir de una sustancia de origen animal, como es posible que exista un chitosán vegetal y cuáles son sus diferencias.
El chitosán vegetal posee una estructura equivalente al chitosán de crustáceos, ya que ambos son un polímero, pero su proceso de obtención garantiza un producto que, a diferencia del chitosán animal de crustáceos es 100% vegetal.
El chitosán vegetal es una fibra, derivada de los hongos, que apenas es digerida y se expulsa por las heces. Por su forma de actuar, se adhiere a la comida y dificulta la absorción de las grasas por parte del organismo. De esta forma, reduce la absorción de las grasas y la ingesta de calorías.
Presenta una alternativa no animal y menos alergénica al chitosán de crustáceos.
Además, al tener unas propiedades distintas como el bajo peso molecular, densidad elevada y alta tasa de disolución, es más potente a la hora de atrapar la grasa corporal. En definitiva es una evolución superior al chitosán convencional.
Y por último: no es alérgeno, no ha sido modificado genéticamente y está libre de metales pesados. Encuentra el formato de chitosán que desees en PromoFarma.com.