Seguro que a todos os suena esa incomoda sensación. Ese momento en el que el sueño te invade y los ojos se vuelven pesados y se vencen incontrolablemente. Los ataques de sueño son una molestia que desafortunadamente todos hemos sufrido.
Si bien son más comunes a primera hora de la mañana, o después de comer, los ataques de sueño repentino pueden aparecer en cualquier momento aunque estemos en clase, en la oficina, en una reunión… Por eso, hoy vamos a ver unos sencillos trucos a tener en cuenta para evitar estos ataques.
- Dormir bien: lo primero y fundamenta, es dormir bien. Para ello, tenemos que establecer un horario fijo para dormir, ya que nuestro organismo actúa como un reloj y es necesario preservar su buen funcionamiento. Lo más aconsejable es acostarnos diariamente a la misma hora y dormir por un lapso mínimo de 8 horas.
- La comida más importante del día: es fundamental que hagamos un desayuno rico en cereales y proteínas, ya que al ser nuestra primera comida diaria también es la más valiosa y trascendental del día.
- Un buen desayuno nos ofrecerá el sostén necesario durante el resto de la jornada, por lo que es preferible la ingesta de un vaso de leche con cereales, antes que un café con galletas.
- Los cereales son energizantes y favorecen una buena digestión, que está ligada íntimamente al sueño. Además, el café puede provocarnos ardor estomacal, ansiedad y mal humor, tres cosas que deseamos lejos de la oficina.
- Practica deporte: el deporte por la mañana hace que tu adrenalina fluya y estés más despierto. Otra opción es realizar ejercicios de estiramientos antes de ir a la oficina y durante el tiempo que estemos en la misma. Estirando nuestros brazos, abdomen, cintura y piernas durante 10 minutos después de levantarnos, luego a media mañana y por último a media tarde, lograremos acumular energía para afrontar la jornada y reducir considerablemente el sueño que pudiéramos sufrir.
- Comer ligero: tenemos que tratar de evitar la comida abundante ya que producirá pesadez y con ello, sueño. Debemos masticar despacio y pensando en lo que comemos.
- ¡Cambia! Cambia el tipo de actividad que estás haciendo. Hacer lo mismo por mucho tiempo puede hacerlo aburrido. Cambia el tipo de actividad varias veces, esto te prevendrá del aburrimiento. Camina un poco para hacer un descanso. Eso te ayudará a despejar tu mente y volver a la carga.
- La siesta: no siempre es posible realizarla pero en caso de poder hacerlo, es conveniente tomar una siesta corta de entre 15 y 20 minutos.
- Podemos hacerlo sobre el propio escritorio de la oficina. La siesta tiene muchos beneficios ya que ayuda a mejorar el bienestar general de nuestro cuerpo, aumenta la creatividad y la concentración al momento de trabajar, reduce el estrés y disminuye las posibilidades de accidente por fatiga.
- Cafeína en pequeñas cantidades: la Escuela de Medicina de Harvard, Rush University Medical Center y Brigham y el Hospital de la Mujer, exponen, a través de un estudio, que las dosis bajas de cafeína se extienden durante todo el período sin dormir permitiendo que el cuerpo se mantenga más alerta, lo que su efecto es más duradero.
- Temperaturas bajas: las temperaturas cálidas producen sopor, las frías hacen difícil el sopor o dormir, de acuerdo con Professional Healthcare, Inc.
Por último, es recomendable tomar agua en vez de café ya que ayuda a disminuir la sensación de sueño.
Si sigues estos remedios conseguirás, no solo no sufrir ataques de sueño en la inoportunos si no que rendirás mucho más en tus actividades diarias.