El cuidado corporal es un hábito ya instaurado en cada uno de nosotros. Las cremas humectantes, tónicos faciales, desodorantes hipoalergénicos, entre tantos otros son productos que ya ocupan un lugar en nuestro armario del baño.
Cada parte del cuerpo merece un cuidado especial ya que no todas las zonas del cuerpo poseen la misma composición y exposición. El cuidado íntimo de la mujer es un claro ejemplo de ello.
Hay zonas que por su delicadeza y pH, necesitan de un cuidado especial. La zona vaginal por su composición es propensa a padecer distintos tipos de infecciones ante posibles desequilibrios de la flora íntima producidos ya sea por factores externos como el estrés, exceso de calor o, por factores internos de la mujer como una determinada medicación, cambios hormonales, etc.
Por ello destacamos la importancia de mantener una regular higiene íntima de la mujer.
Cinco consejos para mantener una buena higiene íntima
- Aseo diario: es importante mantener la zona íntima limpia, para ello utiliza jabón o geles íntimos neutros sin perfume para evitar que alteren el pH de la mucosa genital. Además este tipo de productos no provocan irritación ni resecan la zona. La higiene excesiva también puede alterar el equilibrio del pH. Los jabones más adecuados son los de glicerina o jabones específicos para la higiene íntima. Se aconseja lavarse una vez al día, si se necesita más hacerlo sin jabón, solo con agua. Al lavarse siempre tiene que ser de adelante hacia atrás para evitar la contaminación bacteriana. Algunas personas utilizan desodorantes íntimos pero pueden ser irritantes y alergénicos, además pueden ocultar indicios de infecciones.
- Compresas íntimas: El uso de compresas femeninas puede generar ciertas infecciones, por ello recomendamos su uso limitado y/o su regular recambio, no debe de esperar más de cuatro horas sin cambiarse. Si se pasa más tiempo puede causar infección. Escoge las que no lleven ningún tipo de desodorante. Otra opción sería utilizar la copa menstrual. La copa menstrual es un recipiente de silicona que se introduce en la vagina y contiene el flujo menstrual en su interior. Una vez está lleno se saca, se vacía, se lava y se coloca de nuevo.
- Duchas vaginales: Este tipo de duchas atentan contra los microorganismos naturales de la vagina, aquellos que protegen la zona de infecciones y sequedad, así que solo se harán por recomendación de un médico. Evitar el uso de esponjas y artefactos similares que son un nido de gérmenes. Basta con la higiene diaria como hemos comentado antes.
- Ropa íntima: Usar ropa interior de algodón y de color blanca o beige, los compuestos usados para teñir la ropa puede alterar la flora. Evitar el uso de ropa ajustada y tejidos sintéticos ya que no permiten que la zona respire y no se concentre humedad. Para dormir podemos hacerlo sin ropa interior o con ropa interior muy floja. La humedad y el calor pueden ser dañinos. Después de bañarse en la playa o piscina hay que quitarse el bañador mojado o no pasar con él mucho tiempo.
- Relaciones sexuales: Lava la zona antes y tras mantener relaciones sexuales, y evita tenerlas durante tu ciclo menstrual, drante el periodo es más facil a contraer enfermaedades hematológicas a través de relaciones sexuales sin protección por eso es importante utilizar el preservativo u otro método de barrera para evitar las infecciones de transmisión sexual.
Cuidar tus partes íntimas ahora es muy sencillo con los geles y jabones especializados, sin embargo elige el que más se ajuste a tus necesidades. Recuerda, nunca utilices productos corporales no aptos para el tratamiento íntimo como desodorantes, geles de baño, etc.