Las hormonas son unos mensajeros importantes que controlan una gran variedad de funciones en nuestro cuerpo. Regulan casi todos los órganos, desde la sensación de hambre y metabolismo, al estado del ánimo o los ciclos menstruales.
Cualquier fluctuación hormonal puede tener una afectación a nuestra salud diaria. Con la edad, el estrés o con alguna condición especial, como el embarazo, hay variaciones que pueden afectarnos.
Estas fluctuaciones también pueden ser indicativos de enfermedades subyacentes, por lo que son claves cuando los médicos evalúan nuestra salud.
Plantas con capacidad reguladora
Nuestro cuerpo ya se encarga solo de mantener las hormonas a raya. Es decir, si no hay una patología a tratar, con algunos tips saludables (hacer ejercicio, comer bien, dormir bien...) los desequilibrios hormonales se regulan solos.
Si tu problema de salud o síntomas te preocupan, acude a un médico o farmacéutico para que te recomiende lo mejor para tu caso. Alguna medicación puede interferir con los preparados naturales, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñar tu pauta ideal.
Las 5 plantas más conocidas por su capacidad reguladora hormonal son:
Vitex o Agnus Castus: es una planta que ayuda a regular el equilibrio de estrógenos, por lo que es beneficiosa para tratar el síndrome premenstrual y también algunos síntomas de la menopausia.
Maca: tiene propiedades estimulantes, es un aliado para la pérdida de la libido y además apoya en el estado del ánimo.
Quercetina: es una planta que se considera adaptógena, es decir, es antiinflamatoria y refuerza el sistema inmune.
Zarzaparrilla: Es la planta medicinal con más potencial para conseguir un perfecto equilibrio hormonal. En fitoterapia se utiliza para el apoyo a la función renal y como planta depurativa.
Perejil: es un ingrediente de cocina que utilizamos para condimentar muchos platos. Además de ser rico en vitamina C, es un buen regulador hormonal.
Cómo equilibrar las hormonas
Muchas veces nos preguntamos cómo podemos "reiniciar" nuestro sistema hormonal, y aunque el cuerpo se encarga solo de regularse, hay algunos consejos que nos pueden ayudar.
Comiendo una dieta sana y variada
Practicando ejercicio físico regularmente
Durmiendo las horas suficientes y de calidad
Visitando el médico de cabecera a menudo
Tomando la medicación que nos hayan recetado