FisioEnema 250ml
unidades limitadas
Apósitos hidrocelulares adhesivos para codo y talón
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Los apósitos para codo y talón proporcionan un ambiente de curación húmedo que favorece la curación de heridas con exudación moderada a alta. La forma se adapta a ubicaciones complejas. Está indicado para el manejo de heridas exudantes superficiales, en ciernes, crónicas y agudas, así como heridas superficiales a profundas, que incluyen: heridas quirúrgicas, quemaduras de primer y segundo grado, zonas donantes, desgarros cutáneos, úlceras por hongos. Prevención de las úlceras por presión en la piel intacta, incluidas las úlceras por presión causadas por dispositivos médicos, como parte del protocolo de prevención de las úlceras por presión.
Limpiar el lugar de aplicación. Que la piel alrededor de la herida esté limpia, seca y sin exceso de vello. Elegir un tamaño de apósito adecuado. Que la almohadilla absorbente cubra toda la herida o el área a proteger. Retirar la primera parte del papel protector y aplicar el lado adhesivo del apósito sobre la piel. Retirar el resto del papel protector. Alisar el aderezo. Asegurarse de que la almohadilla absorbente cubra la herida. Vigilar que no haya pliegues que puedan comprometer el sellado. El apósito se puede reposicionar si es necesario.
Capa superior: película de poliuretano, película Opsite TM semipermeable, impermeable y bacteriana.
Capa intermedia: espuma de poliuretano, para una rápida y controlada absorción de exudados.
Capa inferior: adhesivo de silicona, para eliminación atraumática.
Las quemaduras son un daño y destrucción de la integridad de la piel por calor, sustancias químicas, electricidad, exposición solar o la energía de otras radiaciones. A nivel doméstico, las más comunes son las causadas por líquidos, vapor caliente o por contacto con una superficie a alta temperatura. Pueden alcanzar capas más o menos profundas y afectar a estructuras anejas (folículo piloso, glándulas sudoríparas). Su extensión puede ser variable. En función de estos dos factores se clasifican en distintos grados (siendo el grado 1 el más superficial y menos grave).
Ante una quemadura leve, superficial y poco extensa, con un enrojecimiento leve (por ejemplo, tras la exposición solar) tendremos que hidratar intensamente la piel con emulsiones calmantes y humectantes. También será necesario fotoproteger la zona con un alto FPS, ropa y complementos adecuados. Recordemos que cualquier quemadura solar es indicativa de un daño profundo en la piel, con alteraciones del ADN celular, por lo que conviene evitarlas siempre con el uso de fotoprotección y una conducta de exposición responsable.
Otro tipo de quemaduras leves pueden aliviarse de manera inmediata poniendo la zona bajo agua fría durante unos minutos. Luego, con la piel seca, hay que aplicar una pomada que sea calmante, antiséptica y regeneradora. Deberá cubrirse la zona dañada con vendas estériles o apósitos con partículas de plata (con efecto antibacteriano). La protegeremos igualmente del sol para evitar una hiperpigmentación postinflamatoria. Si aparece cualquier signo de mayor gravedad, como malestar general, fiebre, secreción en la zona afectada, ampollas, dolor u otros signos de infección, será necesario acudir siempre a un médico.