La carnitina es una molécula que se encarga del transporte de ácidos grasos hacia el interior de las mitocondrias donde son transformados en energía. La forma activa de esta molécula es conocida como L-Carnitina (o levocarnitina) y se encarga de apoyar al sistema metabólico para la generación de energía. Pese a que el organismo ya la genera de forma natural, podemos obtener esta sustancia a partir de una dieta con alimentos como la carne de res, pescados, pan integral, pechuga de pollo o tomates y zanahorias.
Además de esto, podemos optar por la suplementación alimenticia, asociada por norma general con la pérdida de peso efectiva. Pero, ¿es esto cierto? La L-Carnitina no tiene un efecto quema-grasas al uso, sino que contribuye de primera mano al metabolismo de las grasas, lo que se traduce en un aumento de su movilización para transformarlas en energía.
Por otro lado, es un nutriente asociado directamente con la práctica deportiva, ya que la L-Carnitina contribuye a mejorar la resistencia física, potenciando la generación de energía durante los entrenamientos. Los complementos alimenticios con L-Carnitina también ayudan al organismo a recuperarse más rápidamente después de la realización de un ejercicio físico intenso. Cabe recordar que el uso de complementos alimenticios no es sustitutivo de una dieta variada y equilibrada.