Los tomates de Cal Valls son cultivados en Urgell, Lleida, siguiendo los métodos establecidos por la agricultura ecológica y biodinámica. Son madurados al sol, y luego cosechados y triturados mediante procesos artesanales que conservan su dulzor y sus propiedades nutritivas. Su vitamina A ayuda a la visión y protege de las enfermedades oculares, mientras que la K controla la coagulación. El hierro que contienen favorece la circulación sanguínea, y la gran cantidad de antioxidantes que poseen, como el licopeno, protegen a la piel de los radicales libres y del envejecimiento prematuro.
Además, su fibra facilita el tránsito intestinal, disminuyendo el riesgo de padecer patologías digestivas y favoreciendo la eliminación de líquidos y toxinas. Cal Valls trabaja para ofrecer productos de alta calidad, y utiliza ingredientes seleccionados teniendo siempre en cuenta el impacto en el medio ambiente.