La carnitina es una molécula presente de forma natural en nuestro organismo. Su forma activa recibe el nombre de L-carnitina y se encarga principalmente del apoyo al sistema metabólico para la generación de energía.
Si habéis oído hablar de la L-carnitina antes, probablemente sea porque se le atribuye una acción “quema-grasas”, pero ¿cómo funciona? La L-carnitina está implicada en el metabolismo de las grasas: transporta los ácidos grasos hacia el interior de las mitocondrias para su oxidación y la producción de energía. Por tanto, puede contribuir a una mayor mobilización de las grasas como fuente de energía, aunque su función como complemento alimenticio no está suficientemente probada.
Lo que sí sabemos es que, sin un estilo de vida activo que incluya actividad física, la suplementación con L-carnitina tiene poca repercusión. De aquí que sea un nutriente utilizado comunmente entre deportistas, ya que ayudaría mejorar la resistencia física y contribuiría a la recuperación en el contexto de la práctica deportiva. Recuerda que el uso de un complemento alimenticio no sustituye una dieta variada y equilibrada.