La harina de espelta es un alimento con unas propiedades nutricionales muy beneficiosas para el organismo: es baja en grasas, apenas contiene azúcares y sus niveles de proteína y fibra son de los mejores que encontramos en las harinas más habituales. Su elevada cantidad de proteína, con respecto a otros cereales, y su mayor calidad biológica hace que sea una proteína vegetal de alta calidad y más fácilmente digerible que la proteína del trigo. De hecho hay personas que presentan intolerancia a la proteína del trigo y toleran bien la espelta. Además de esto, su índice glucémico es muy bajo, lo que la convierte en una harina de elección en diabéticos. Esta harina entra en el grupo de las harinas más panificables, por lo que puede utilizarse sola o mezclada con otras harinas más panificables para elaborar masas (como para las empanadas, por ejemplo) y también para recetas de repostería, panes, salsas, papillas... etc.