¿Recuerdas los caleidoscopios que nos parecían tan fascinantes de niños? El efecto de la Glow Crème no es muy diferente. Le da al tono de piel un aspecto fresco, como si estuviera cubierto de rocío, como si hubieras estado bañándote en ondas brillantes. La piel parece jugar con la luz, como cristales de hielo que capturan los rayos del sol y crean un efecto casi mágico, de ensueño.
Este reflector de luz juega con el fenómeno de la refracción y transforma el maquillaje en un arte sutil, donde todo gira en torno a la ilusión. Un verdadero revelador del tono, que otorga a la piel un nuevo resplandor.
- La textura mágica se transforma de lechosa y blanca a perlada y sedosa.
- Al contacto con la piel se vuelve translúcida.
- Pigmentos puros y casi invisibles crean un destello colorido.
¡Y ahí lo tienes, un efecto ultraluminoso mágico!