L-carnitina es fundamental en el proceso de desintegración de las grasas para la producción de energía, ya que actúa como sustancia de recepción y almacenaje para los ácidos grasos. Tiene propiedades que favorecen la conversión de ácidos grasos en energía, también soporta la quema de grasas en el hígado y en los sistemas musculares. Contribuye a reducir el azúcar en la sangre y la sensación de hambre.