Las tiritas, tiras adhesivas o apósitos son parches que cuentan con una gasa esterilizada en el centro, rodeada de una zona por la que se adhieren a la piel. Sirven para proteger heridas abiertas, prevenir que se infecten y facilitar su cicatrización. Existen diferentes tipos, en función de las características de la lesión sobre la que se van a colocar. Para elegir el apósito adecuado, es necesario tener en cuenta a qué condiciones estará sometida la herida, ya que los hay de multitud de tamaños, materiales, colores, más o menos flexibles, e incluso resistentes al agua. También pueden añadir algún ingrediente adicional con propiedades antisépticas para garantizar un mejor proceso de cicatrización. Antes de colocar un apósito sobre cualquier herida, es imprescindible limpiar con agua y jabón, desinfectar y secar cuidadosamente la zona con una gasa estéril. Después, basta con retirar los elementos protectores y asegurarnos de que la herida queda completamente cubierta con la gasa, y no por la parte adhesiva. Recuerda que la finalidad del apósito es cuidar la piel hasta que aparezca la costra protectora. A partir de entonces, salvo que la herida se encuentre en una zona de roce, es preferible retirarla para que pueda cicatrizar por completo. Ten en cuenta que las tiritas solo están indicadas para rozaduras o pequeñas hemorragias. En caso de que la herida sea muy grande o profunda, debes acudir a tu médico, quien podrá evaluar la mejor forma de proceder.